EDITORIAL: Un plan inversor muy necesario para los pueblos
La bolsa generada por la falta de inversiones de la institución provincial a lo largo de un convulso 2015 permitirá a la Diputación de León desarrollar un nuevo plan dotado con algo más de 22 millones de euros destinado a la mejora de las redes e infraestructuras en los municipios. La imposición por parte del equipo de gobierno de criterios objetivos en el reparto, un compromiso con el que se puso fin a la discriminación en función de quién gobernase en cada ayuntamiento y al clientelismo político tan arraigado en la institución, posibilitará una distribución justa de esos fondos en cuantías que variarán en función de su población y que oscilarán entre los 60.000 euros de los municipios de hasta 250 habitantes y los 250.000 euros que recibirán los más próximos a los 20.000.
Este Plan Especial de Infraestructuras y Redes, que se debatirá y aprobará en el pleno del próximo lunes para que los ayuntamientos puedan presentar los proyectos, licitar y aprobar con cierta inmediatez, permitirá afrontar obras básicas y urgencias llevadas al extremo por la imposibilidad de los ayuntamientos de cubrir gastos, como la sustitución de viejas redes de abastecimiento de fibrocemento —90 municipios tienen esta necesidad— en la exigencia y el cumplimiento de la obligación de eliminar el amianto. O la dotación de infraestructuras para favorecer el asentamiento de empresas en el mundo rural. En definitiva, un plan tan esencial como ambicioso que más allá de las cifras que se manejan —podría emplear a 300 personas y generar una actividad económica de 42 millones de euros— tiene como objetivo básico mejorar la calidad de vida, no sólo de los municipios, sino en particular de los vecinos, y ampliar las oportunidades en el medio rural, tan necesitado como está de este tipo de impulsos.
