Diario de León
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en blanco javier tomé
León

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I gual que las religiones, el fútbol tiene sus liturgias, sus jerarquías y hasta su propio santoral. Y en lo más alto del escalafón se encuentra el incombustible Pepín Muñiz, que como todo el mundo sabe tiene el pellizco de los elegidos por el dios del balón redondo. Los caminos de la pelota son inescrutables, así que en breves fechas le despediremos pues su futuro inmediato está en el Manchester de Mourinho, quien le ha contratado para dar forma a un equipo que se mueva por el campo con el juego de piernas de Cassius Clay y la contundencia basta de Mike Tyson. Bien le viene a Pepín alejarse de León pues por esas dinámicas de la vida ahora mismo se encuentra en situación de busca y captura por parte de la Policía Local, debido al incidente que protagonizó la semana en la calle de Ordoño. Venía de comprar pan de Manganeses en una acreditada tahona de Alcázar de Toledo y, al pasar frente al Ayuntamiento, se le rompió la bolsa, la hogaza salió rodando e interrumpió el tráfico, dejando estupefactos a los atónitos conductores que creían estar viendo un objeto procedente de mundos remotos.

Ahora se encuentra en Francia como miembro de pleno derecho de la selección española en la Eurocopa. El fútbol se entrelaza con nuestras vidas, con nuestros recuerdos, así que a Pepín se le afloja el verbo cuando recuerda aquellos legendarios partidos y jugadores del pasado, con el gran Tavilo ocupando el centro de sus nostalgias. Aquel jugador culturalista, máximo exponente del llamado fútbol-boina, que llevó a cabo en el campo de la Corredera una de las historias más improbables de la historia del balompié. Tal como narra Pepín con lágrimas en los ojos, ocurrió que al intentar rematar un córner derribó con la testuz la portería contraria. «Ya está bien de esas señoritingas que se tatúan y pretenden sacar mariposas de sus botas. Yo mismo, con un escoplo, grabé en el pecho de Tavilo el 6-1, goleada que se llevó el Caudal en una visita a León». Porque en el paraíso del fútbol, dice, y tal como pretendemos inculcar a los jugadores españoles, hay hueco para todos.

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