Chasco, chasquete y chascazo
Quizá muy pocos leoneses sepan que en nuestra ciudad vive un primo carnal del beatle Ringo Starr. Hasta su jubilación fue profesor en el instituto de la ciudad. No era un secreto; simplemente, lo llevaba con discreción, supongo que para que no le silbasen por los pasillos Yelow Submarine Con él estuve hablando hace años de mi fascinación por los escritores ingleses que se hicieron católicos durante el pasado siglo: Chesterton, Edith Sitwell, Graham Greene, Waugh, Tolkien... Eso sí, mi amor por sus obras nunca ha sido suficiente para hacerme comprender la afición británica por el pastel de sesos. Mientras escribo no se han hecho públicos aún los resultados del referendo sobre si quieren permanecer o no en la Unión Europea. Quisiera que se quedasen, a mí Sherlock Holmes siempre me cayó muy bien. Me viene ahora a la memoria un gag de Homer Simpson, cuando tras visitar Londres y ser expulsado les grita en la aduana: «¡Os fastidiáis, que nuestros Beatles son mejores que vuestros Rolling!» Uno, que es más leído, no le va a reprochar a los ingleses que nuestra cuna del parlamentarismo mece mejor que la suya, ni que nuestro Anacleto es más eficaz que su James Bond. El chauvinismo sólo es soportable como broma. Si allá nació el humor inglés, natural mi querido Watson, aquí la retranca. Rajoy afirmaba echando mano de la suya: «Mientras Iglesias no se declare demócrata cristiano estoy tranquilo». Ahora bien, ignoro si la ironía gallega traducida a la lengua de Shakespeare tendrá la misma gracia.
En España, la riqueza del castellano permite diferenciar entre chasco, chasquete y chascazo. Un ejemplo reciente de esto último fue el resultado del último partido de la Roja, a mí todavía no me ha vuelto a su sitio el arqueo de cejas que me produjo. Del triunfalismo hemos pasado al blues. Tampoco hay que ponerse fatalistas. Eso sí, hasta el próximo partido tengo castigado al televisor sin salir.
Aunque todo esto de la Eurocopa es secundario ante la responsabilidad de las elecciones del domingo. No nos metamos goles en propia meta. Votemos con flema nuestra, no vaya a ser que esto no lo solucione ya ni Poppins con su supercalifraligisticoexpialidoso. Y acéptese los resultados, con o sin chascazo.