¡A votar!

A hora que tenemos un saldo vegetativo negativo, es decir, que muere más gente que la que nace en España, en el momento que enfilamos una jornada de reflexión que promete ser alterada por sorpresa de última hora, parece pertinente comentar el papel en este escenario de uno de los actores, nunca mejor dicho.

En muy poco tiempo han pasado de casta, culo, régimen, pedo, Transición/traición, pis, a reconocer que alguna concomitancia tienen con Le Pen, ¡a sentirse peronistas! a hablar de la patria y la bandera de España; todo ello al lado de la autodeterminación de Cataluña, Galicia, Euskadi y otras posibles que puedan imponer los coaligados, así en Valencia como en Baleares.

De abominar de Felipe y Zapatero a ver en ellos excelsas cualidades de lideres históricos, transformadores, sublimes, buena gente que cabalga; ambos, tomados de uno en uno o por pares, llamados por el nombre de pila, sin mentar apellidos, que quede claro el vínculo artificialmente creado, no sea que nos vayan a distanciar de quien nos queremos zampar.

Del tono incendiario del mañana nos pertenece, a esa modulación deliberadamente curil, que aspira a no dar miedo después de haberlo aventado a raudales. Ducha escocesa en ausencia de ideología. Todo por el poder. Solo el poder. De que derecha e izquierda es dialéctica de trileros; de lo fetén es los de arriba y los de abajo; desde que la gente es el significante político que significará lo que se quiera y a voluntad, según los días, al voy a foros de ultraderecha porque así les gusta a los herederos de la República, dice él, henchido de ego. Todo resulta ser una construcción impostada con un único fin: mandar.

Las elecciones se van a ventilar por los restos, no es metáfora, por unos mil votos en cada una de las provincias como Toledo, Cuenca, Guadalajara, Ciudad Real. Todo depende de la gente que vaya a votar. A más participación, más posibilidades para los socialistas, por ejemplo. A más gente en casa, peor para socialistas, que son los que más tienen que perder, y Ciudadanos. No deja de ser significativo el papel que algunos medios están realizando intensamente a favor de algunas gentes. Tampoco se pueden obviar los pelotones de fusilamiento virtual, esa forma de censura, más sutil y eficaz que la franquista: si te metes conmigo, te crujo; así, ya dejarás de criticarme.

En unas cuantas horas tendremos respuesta y sólo se puede desear que no haya tercera convocatoria.