cartas al director
¿Es sólo pura envidia?
D e pequeño oí un cuento, (¡aquellos cuentos de entonces!), que, de forma abreviada, decía más o menos: A un envidioso y a un avaro les ofrecieron concederles lo que pidieran; con la condición de que lo que pidiera uno, al otro se le daría el doble. Lo pensaron mucho los dos, hasta que el envidioso, por perjudicar más al otro, pidió que le sacaran un ojo; así, aunque era malo para él, peor era para el otro, al sacarle los dos ojos.
Lo he recordado ahora cuando los socialistas, siguen encorajinados y carcomidos de envidia por la subida de votos de Mariano Rajoy el 26-J; (el único programa que tenían todos los demás partidos era «delenda est Rajoy»), y el bajón de ellos; (resultado histórico, proclamó su secretario general); ahora niegan todo lo que puede favorecer al Partido Popular, aunque eso sea favorecer a España. Prefieren esperar a otras elecciones donde, están seguros, no sacar más votos, sino, que, a lo mejor, el Partido Popular los pierde.
Roídos por la envidia y el odio visceral a Mariano Rajoy, les falta la altura de miras y el sentido de estado para colaborar en una salida a esta situación que nos está perjudicando a todos. Siguen interpretando que los españoles sólo han votado un gobierno de cambio y progreso.
Prisciliano Castillo. León