EDITORIAL: San Marcos, sus problemas y una reforma integral
Dos años después de que el Ayuntamiento de León, por medio de la Inspección Técnica de Edificaciones, emitiese un informe desfavorable en relación con el estado del hostal de San Marcos, Paradores sigue sin dar soluciones al respecto y también sin concretar un plan de reforma integral de todo el complejo, que es justamente lo que paraliza cualquier actuación parcial. Es entendible que inicialmente haya sido así, pero no que dos años después no se haya adoptado una decisión en uno u otro sentido. No ahorra detalles el informe sobre el estado de las cosas: oxidaciones, fisuraciones, desplomes y agrietamientos, problemas en la cubierta... en una larga relación de defectos estructurales al margen de los que pueda haber en la fachada y sus elementos ornamentales y cuya solución se conduce por otra vía por su alto valor artístico y patrimonial.
San Marcos ha sido muy injustamente maltratado por la crisis y por la indecisión de quienes debieron tomar una decisión en su momento. Se recordará cuando en 2010 se presentó solemnemente ante la sociedad leonesa un plan de reforma integral para convertirlo en «uno de los mejores hoteles del mundo». De aquel plan, que preveía una inversión de 40 millones y que enseguida quedó descontextualizado por la situación económica y la imposibilidad de afrontarlo, se pasó a otro proyecto más modesto que seguirá estando en algún cajón, si es que alguna vez pasó de una mera declaración de voluntades. Es evidente, y el demoledor informe de la ITE lo corrobora, que cada día que pasa se hace más imprescindible actualizar una infraestructura tan importante. Desde su apertura hace más de medio siglo el Parador de San Marcos ha sido un valor fundamental para la captación de turismo de alto nivel para la ciudad y desde León debe exigirse la ejecución pendiente de esa reforma integral del edificio en su condición de establecimiento de referencia de la red de Paradores e imagen de la ciudad.
