Frutería Nacional

E l orden inmutable de las cosas establece, en mi modesta opinión, que la única guerra que merece la pena lucharse es la guerra contra el hambre. Y más en estos tristes tiempos, cuando en demasiados hogares ya escasean hasta las provisiones de boca, mientras que numerosos españoles desfavorecidos por la diosa Fortuna se excusan a la hora de comer por razones de pobreza. La sagrada eucaristía de la compra pasa en mi barrio por la acreditada Frutería Nacional, que acaba de cumplir la friolera de 35 años desde su apertura allá por el mes de agosto de1981. Un auténtico milagro laico el de tan colorido y bullicioso establecimiento empachado de público y popularidad, que se asienta a dos pasos del coqueto Paseo de la Condesa. No hay amor más sincero que el amor por la comida, como prueba el trasiego de gentes que buscan en la Nacional su papilla reglamentaria. Gelín, un hombre muy toreao y con mejor regate en corto que Messi, no propone manduca de diseño en sus estanterías y mostradores, ni mucho menos, pero sí que ofrece un catálogo de intendencia básica, vendida a precios cristianos.

Esa decencia y generosidad en las tarifas provoca que la antigua tienda de comestibles, reconvertida al ritmo que han cambiado los usos y costumbres leonesas, sea una suerte de Estado bucanero independiente, integrado por los hijos de mil leches y razas distintas. A ciertas horas del día aquello parece Mayo del 68 debido al barullo que provoca la nutrida nómina de compradores, entre los que se diluye de forma espontánea la raya del privilegio que separa a las distintas clases. El libre juego del mercado posibilita que en la Nacional se codeen, sin rivalidades ni intemperancias racistas, armenios con marroquíes, rumanos con dominicanos, o chinos con costarricenses. Todos ellos en busca de las últimas ofertas o de algún otro caramelo demasiado apetitoso para dejarlo escapar, y más cuando las existencias de unos y otros no están para demasiados lujos. Gelín siempre cumple con la audiencia, así que felicidades a la veterana y multicultural Frutería Nacional.