EDITORIAL: Renovación para un servicio clave para la provincia
El sector del transporte de viajeros por carretera reclama desde hace tiempo una actualización porque la situación de precariedad que padece genera graves problemas. Con líneas diseñadas y concedidas en los años 80 se genera una problemática porque la falta de previsión de futuro hace complicadas las inversiones, especialmente para las pequeñas empresas a las que sólo se las empujaría a renovar su parque móvil o a contratar trabajadores si tiene garantizados plazos concretos, como ocurre en otras comunidades autónomas. Ahora la Consejería de Fomento quiere poner al día un servicio que es fundamental para una Comunidad tan extensa como es Castilla y León. Se trata de unas 800 rutas en las que se han realizado mejoras parciales pero sin abordar un plan global como el que se pretende poner en marcha.
La posibilidad de ampliar el transporte a la demanda, de impulsar la integración del servicio escolar con el convencional de viajeros, o la reordenación de las líneas ordinarias están entre los objetivos de una iniciativa que afrontará una renovación que se hace cada día que pasa más urgente. Eso sí, la Junta está obligada a tener muy en cuenta a las pequeñas empresas locales que llevan ofreciendo el servicio mucho tiempo y mantienen un empleo necesario en los núcleos rurales, maltratados por la crisis.
El número de usuarios del transporte público debe crecer. Ya no se trata sólo del servicio que se facilita al mundo rural. La conexión entre las propias ciudades de la provincia es fundamental para los leoneses. Si se ofrecen fórmulas adecuadas se animará a los ciudadanos a apostar por los autobuses.
