Patria querida

H ay días de verano que los cuatro carriles de la autopista y los dos del Pajares, y las diez frecuencias del Alsa, se quedan cortos para tanto ajetreo que lleva y trae del norte. Para contar, y no aburrirse, los asturianos y leoneses que se cruzan a diario entre los elementos interpuestos, como que alguien tratara de disuadir del trasiego de Cudillero a Valderas, de Villablino a Lugones, por la Espina, de Sabero a La Chalana, que siempre fue la playa de la cuenca minera; del Bernesga a San Lorenzo, donde surgen los amores. De Ordoño a Pelayo, o al Ikea y al Primark de Paredes, que es otra versión adaptada y ampliada de la reconquista. Tambores y gaitas. No hay mayor fluido que éste, a pesar de los caminos plagados de zancadillas y trabas, incluido el peaje infame que valdría para poner fartuca de pixín y bugre a una familia numerosa. Tal adhesión, que resulta raro no encontrar un cazurro que no guarde en el cuarto de la limpieza el dos por uno del cepillo multiuso que meten por los ojos en el pabellón de los inventos de la feria de muestras, donde pagan entrada los fatos, los que entran a Gijón por la carretera vieja y los que piden sidriña. Cuidado con los mitos que propagaron la fidelidad astur a la cuenca del Esla y a la costa del adobe y la leonesa a los atardeceres de Candás y de Rodiles y los inviernos suaves de la Gascona; que igual la sidra moja más cazurrines por dentro que asturianos secan las bodegas coyantinas o al pairo del pico Cueto. Me dijo un sociólogo estudioso de las tendencias migratorias domésticas a uno y otro lado de la cordillera que la medida real de población del Principado en León la da la cola en el cajero de la caja astur en la plaza de San Marcelo (no se computa la noche de Genarín, claro). La balanza comercial está equilibrada; pasan por Tarna a comprar hierba (no de la de fumar, ho) y los leoneses mercadean tras los lagares maliayeses. Y en esas condiciones se ha armado una región extraordinaria que es social y geográfica, no política, de las que sólo existen en los libros de texto que adoctrinan en la escuela; y es real, embridada de lazos carnales tan amplios como corresponde a la vecindad secular que viene de cuando se blandían piedras y espadas contra los romanos. Dicen que León alterna en Asturias porque bien se entienden dos que hablan alto. Será. O sólo porque mientras haya Asturias habrá norte para esta tierra.