EDITORIAL: Paso adelante del Sacyl pero con la necesidad de no bajar la guardia
La Federación de Asocaciones para la Defensa de la Sanidad Pública ha elevado un puesto a Castilla y León en su baremo sobre la calidad de los servicios que se ofrecen a la ciudadanía. En este 2016 el Sacyl asciende a la cuarta plaza, sólo superado por las sanidades de Navarra, Aragón y el País Vasco.
La noticia en sí es muy positiva aunque es verdad que reclama análisis rigurosos. Las quejas que llegan de otras comunidades —como Andalucía, Valencia o Cataluña— porque los recortes siguen adelante pueden exhibir que en realidad los ascensos en el baremo sean en cierto modo irreales si se deben al descenso en la calidad que se produce en esos territorios. Y también deben tenerse en cuenta que esa cuarta posición es una especie de foto fija realizada por un informe con unos criterios concretos que podrían ocultar las realidades que se viven en cada centro sanitario, y buena prueba de ellos serían las recientes quejas surgidas en el Hospital de León por la acumulación de camas en el servicio de traumatología más allá de lo que sería deseable.
En todo caso el Sacyl puede felicitarse porque este reconocimiento llega para una Comunidad en la que la Sanidad es especialmente complicada porque la dispersión poblacional en un territorio tan extenso hace complicada la prestación de todos los servicios. Castilla y León debe mantener su pugna porque esas problemáticas se tengan en cuenta a la hora de recibir su financiación.