Otra forma de hacer y entender la política

Lo ocurrido con el PSOE revela que la vieja clase política de este país no ha entendido la pulsión de cambio que desde hace ya varios años ha irrumpido en el corazón y en la médula de este país. Ya no sirven muchas de las propuestas clásicas de los partidos tradicionales, cuya credibilidad pereció arrasada por la propia crisis y las políticas inclementes que se aplicaron: son necesarios otros discursos, otros estilos de gobierno, otra ética pública, otros modelos de personajes públicos. La implosión del PSOE, que se veía venir, significa que prevalecen las viejas políticas, la complicidad PP-PSOE para preservar un modelo bipartidista en cuyo seno ha crecido esplendorosamente la corrupción —el caso de las tarjetas black debería llenar de vergüenza a los gestores del viejo régimen— y en el que se ha enriquecido todo el establishment . Podemos tiene suerte porque lo de la casta le han facilitado la persuasión: ya tiene el camino expedito para seguir haciendo proselitismo y consiguiendo el apoyo de mayorías cada vez más consistentes.