cartas al director
Feliz jubilación
para José Álvarez García
C on motivo de la jubilación del Jefe de la Unidad de Informática, José Álvarez García, de la Dirección Provincial de Educación de León, queremos hacer extensivo su agradecimiento a todas aquellas personas que convivieron con él durante tantos años en ese organismo.
A partir de hoy empieza para él una etapa llamada jubilación y sus objetivos pasan a ser otros. No hay prisa en terminar un trabajo sino en empezar un nuevo día. No esperas una llamada sino muchas.
No tendrás que mirar al tiempo nada más que para saber si podrás salir a pasear. Ha sido un trabajador incansable y ahora debe ser un jubilado incansable. Valoramos todo tu esfuerzo porque siempre has estado ahí enseñando las cosas que no se consiguen nada más que con trabajo y esfuerzo.
Por todo ello te deseamos una feliz jubilación.
Con cariño. tu familia.
tu familia. león
Tú siempre fuiste
nuestro maestro
N os dejó. Julián, Un maestro nacional de 93 años, el profesor más veterano de la provincia nacido en Villacalabuey, donde inició su currículo docente, siguiendo por el entorno cercano en San Pedro de Valderaduey y posteriormente en las provincias colindantes de Palencia y Valladolid, donde dejó una estela de muchas generaciones de alumnos que pasaron por su manos, aparte su gran humanidad con nueve hijos todos docentes universitarios o profesiones diversificadas colaterales con la docencia.
Especialista en la preparación de tesinas y tesis de doctorado. Muy aficionado al teatro especialmente en las representaciones religiosas de Navidad y Reyes en los espacios y escenarios al aire libre con el agrado de todos los espectadores venidos de varias poblaciones de la zona sahagunina y alrededores.
Un hombre entregado y consagrado de lleno a la docencia, con vocación específica de antes y después con la llegada de la democracia y su dominio de las lenguas clásicas que se pedía en sus años de estudio y buena parte de la vida docente y de gran ayuda a los solicitantes de clases particulares. Un hombre entregado al trabajo, con talante siempre abierto sin descuidar la seriedad demandada.
Muy accesible al alumnado, que guarda en la memoria su hacer positivo. Afable y dicharachero de amplia cultura, que enriquecía con su buen hablar a cuantos pudieron disfrutar de su elocuencia y buen hacer. Una larga vida dedicada a la enseñanza, polifacético buen dibujante, aparte las artes dramáticas, que exigían la preparación de la tramoya y los grandes escenarios al aire libre.
Aficionado a la buena lectura y escritor de algunos ejemplares interesantes que ofrecía a bajo precio a las clases populares destacando el libro sobre los orígenes e historial bien documentado recogido referente al pueblo de Villacalabuey. Su espíritu religioso le hacía igualmente cercano a los párrocos por cuantos lugares le acercó su carrera docente. Testigos elocuentes de su labor han sido: Villacalabuey, San Pedro, Cevico en Palencia y Valladolid en la gran Barriada de otro San Pedro.
«Tú siempre fuiste nuestro maestro» reza sabiamente la estampa recordatorio de sus hijos agradecidos a tan ardua y sabia labor, completando la educación de la escuela pública a la que asistieron todos. Hermosa y rica herencia para maestro nacional condecorado con tal grado de excelencia, como se pide hoy día a todo educador enseñante.
El que escribe, sobrino del difunto, aparte la enseñanza recibida en la escuela del pueblo, le debo el origen de mi vocación posterior también docente y religiosa, que me preparó con todo cuidado desde mis primeros pasos hasta integrarme en la vida salesiana de por vida, habiendo fallado anteriormente otros intentos e invitaciones. Gracias tío Julián. Por sus cariños y desvelos en el seguimiento de toda mi carrera. Que Dios se lo tenga en cuenta.
Ángel Carvajal. león