EDITORIAL: Pugna en unidad por el futuro de ambas vertientes de Pajares
La Junta y el Principado de Asturias tienen la oportunidad de trabajar unidas para conseguir su inclusión en los planes europeos de infraestructuras ferroviarias que serán fundamentales para el transporte de mercancías. El llamado Corredor Atlántico es una excelente oportunidad para que el norte de España y de Portugal se sumen a las redes de futuro que determinarán al desarrollo que tendrán los distintos territorios en las próximas décadas. La experiencia histórica dicta que quien se queda fuera de las conexiones acaba lastrando su futuro y dando la espalda al desarrollo, y que sólo los territorios por los que pasan las líneas de comunicación y transporte, y las que albergan puntos logísticos —cabe remitirse incluso a los viejos mercados medievales— tienen oportunidades de seguir creciendo.
La Comunidad y el Principado deben dejar al margen las diferencias políticas y encarar un tren de futuro que puede ser fundamental porque la gran extensión de Castilla y León aporta múltiples opciones de captar actividad o incluso de atraerla, y desde Asturias se facilita una salida hacia el Cantábrico que deja el centro del continente europeo a muy pocas horas de distancia, como quedó probado cuando estaba activa la autopista del mar hacia Nantes.
La pugna entre territorios para ganar posiciones en la lucha por hacerse con los puntos clave en la logística es probablemente la batalla más relevantes que está hoy en juego para determinar qué futuro tendrá cada uno.