El rector plagiario

El rector de la Universidad Rey Juan Carlos ha sido acusado de numerosos plagios en sus trabajos de investigación. Hay programas informáticos que permiten detectar estas prácticas cada vez con mayor precisión, y en este caso la desfachatez del plagiario está plenamente acreditada. Se acumulan las peticiones de dimisión, que ya no se limitan a reclamar que abandone su cargo directivo sino también que se investigue si consiguió incorporarse al claustro mediante trabajos no originales. Pero las instituciones concernidas, el propio Ministerio de Educación y la Comunidad de Madrid, han comenzado el indecente peloteo habitual: nadie quiere tomar decisiones porque supuestamente la competencia corresponde al de enfrente. Mientras tanto, los alumnos han recogido también 2.500 firmas para exigir la dimisión del rector. El asunto es tan claro que la demora en resolverlo ofende. Ofende a la inteligencia de los distintos actores pero también a la opinión pública, que no consigue entender que la Universidad no tenga mecanismos para depurarse y expulsar a los parásitos.