Cada año lo mismo

R ealmente los años no se terminan hasta que concluye definitivamente la Navidad. Aunque a finales de diciembre comience la recapitulación de lo que ha sido el año y se comiencen a hacer predicciones de todo tipo para el año entrante, lo cierto es que siempre se está condicionado por las fechas navideñas que nos hacen pensar en temas más íntimos.

La gente sigue deseándose Feliz Navidad, aunque a algunos les sorprende tal deseo a pesar de que sea por tal corto periodo de tiempo. Supongo que esto se debe a la falta de costumbre que alguien nos muestre de forma tan explícita un deseo de felicidad. Esto es bueno, nos recuerda nuestra naturaleza gregaria y la necesidad de que a los demás les vaya bien para que a nosotros nos ocurra lo mismo.

Ante la imposibilidad de predecir el futuro, nos deseamos unos a otros paz y felicidad. Son dos de los principales anhelos de todos nosotros. Aspiraciones muy difíciles de aprehender y mucho menos de disfrutar por un periodo largo de tiempo.

Hablando de predecir el futuro, ya me gustaría saber qué es lo que va a ocurrir en Alemania y Francia en las elecciones que se les vienen encima a estos dos pueblos históricos y que son la clave de bóveda de la Europa unida. Ambos países se ven amenazados por corrientes políticas extremistas que pretenden la destrucción de la unión europea.

La canciller Merkel, dicen que es la que realmente manda en la Unión Europea. Yo no lo sé, pero sí que puedo afirmar que Alemania manda mucho a tenor de los hechos pasados. Mujer de gran valía y formación, ha sabido colocar a su país a la cabeza de Europa y ser un peso pesado en la política internacional, valiéndose precisamente de su posición de hegemonía en la Unión.

Sus orígenes cristianos y sus convicciones morales la llevaron a abrir las puertas de Alemania a miles de refugiados. Los atentados cometidos por islamistas, así como violaciones a mujeres por parte de estos asesinos, le han costado gran parte del apoyo popular. Esto es así, hasta el punto de que se pone en duda que pueda repetir como canciller.

El caso francés responde a una crisis de la socialdemocracia en el país que constituye una de las máximas expresiones a nivel mundial de esta forma de entender la vida. Tras la Segunda Guerra Mundial, aparecieron los gigantes del socialismo europeo que contribuyeron de forma decisiva con los democratacristianos a reconstruir Europa e iniciar su proceso de unificación.

Todo este proceso estaría en vías de extinción si en Francia ganase Mari Le Pen. Mujer brava y peleona hasta el punto de no dudar a la hora de arrinconar al fundador del partido, su padre, por considerarlo un inconveniente para su carrera política. Totalmente opuesta a la Unión Europea, tiene muchas posibilidades de convertirse en la próxima presidenta de la República. Si esto aconteciese, adiós a la Europa de Adenauer, De Gaspiere, Willy Brandt y tantos que soñaron una Europa en paz y unida.

Al otro lado del atlántico se encuentra Donald Trump. Si hace la mitad de lo que ha prometido, la predicción del futuro puede pasar de imposible a que no exista futuro. Nos guste o no, los Estados Unidos siguen siendo la primera potencia mundial y son decisivos para conservar el equilibrio mundial y por lo tanto la paz. Esta opinión puede y debe ser puesta en duda por los lectores, para eso escribo, para que el lector que lo tenga a bien reflexione y configure su propio razonamiento y conclusiones.

Pero, no hay duda que este presidente de los Estados Unidos es diferente y su política será diferente. Ya veremos los resultados. De momento los chinos no están nada contentos con su aproximación a Taiwán.

Entre tanto lío de geoestrategia se ha muerto George Michael. Fantástico músico, conflictivo como él sólo. Tuvo el valor de reconocerlo en un momento donde nadie lo hacía y siempre estuvo defendiendo la causa homosexual. Contribuyó a que la palabra homosexual se pueda pronunciar libremente y sea escuchada con el respeto que toda persona merece independientemente de su condición sexual. Que Dios lo tenga con Él porque hará mejor el cielo con su música.

Frente a este futuro incierto, nos quedan algunas maravillosas certezas como es el cielo estrellado de La Chana. Pequeña aldea camino de Las Médulas tiene uno de los cielos más limpios y brillantes del mundo, las estrellas parece que se nos caen encima. Sugiero que se disfrute de este privilegio cuanto antes, no vaya a ser que con tanta incertidumbre no haya posibilidad de hacerlo en un futuro incierto.