cartas al director
Desde la agroecología hasta la biotecnología
H oy está en la calle el debate sobre la agroecología como alternativa viable y necesaria a la agricultura industrial. Durante el largo puente, acueducto podríamos llamarlo, de la primera semana de diciembre he tenido noticia de tres eventos relacionados con la agricultura ecológica. Uno en Galicia, otro en La Rioja y el tercero en Cataluña. Seguro que se han producido más, pero comento estos porque me parecen significativos sobre lo que mueve a algunos sectores a practicar AE.
En primer Foro Labrador de Agroecología se desarrolló en las instalaciones del antiguo matadero de Betanzos, se encontraron un centenar de personas debatiendo, compartiendo y dialogando alrededor de la alternativa al actual sistema agrícola industrial que es la agroecología.
En las intervenciones de Xabier Simón y Xoán Doldán, ambos profesores e investigadores universitarios, y la de la secretaria general del SLG, Isabel Vilalba, coincidieron en que el sistema agrícola dominante carece de futuro y que es insostenible en el mayor de sus facetas. «Se trata de un sistema que genera enfermedades por la gran cantidad de agrotóxicos e insumos artificiales que utiliza; que genera pobreza, al relegar a los labradores y labradoras a meros productores de materia prima barata; que contamina y contribuye al crecimiento global y destruye el medio ambiente; y, el más paradójico, que genera hambre cuando su función debería ser alimentar».
Este mismo sistema industrial, de producción altamente especializada, es lo que, para los ponentes, «ha cerrado docenas de miles de granjas multifuncionales en Galicia que ejercían una función esencial a la hora de generar empleo rural, dar sostén económico y alimentario a miles de familias y mantener nuestro territorio estructurado socialmente y habitado».
En los mismos días, la Asociación del Camino Ecológico de La Rioja (Acer) organizó una nueva edición de la Ecoferia del Camino, en el marco de las Ferias de la Concepción que se desarrollan en Santo Domingo de la Calzada del 6 al 8 de diciembre.
La Ecoferia del Camino es un instrumento básico que permite favorecer el acercamiento y las relaciones entre los productores ecológicos y los consumidores, de modo que se sensibilice en torno a la producción y consumo de productos ecológicos como uno de los factores fundamentales para la sostenibilidad y preservación de nuestro entorno.
El tercer evento de esos días fue la jornada técnica sobre fertilización de cultivos hortícolas ecológicos y convencionales. Tuvo lugar en Cabrils (Barcelona) organizada por el Departamento de Agricultura de la Generalitat de Cataluña y el Irta.
La fertilización de los cultivos hortícolas es fundamental para garantizar un sistema productivo eficiente y que permita suministrar productos de proximidad respetuosos con el medio ambiente. Pese a su importancia, decía la información de la jornada, no existe mucha información local sobre la fertilización ecológica de los cultivos hortícolas. En esta jornada se presenta un primer ensayo comparativo entre dos fincas productoras del Maresme con cultivo ecológico y convencional. Los resultados se centran tanto en la evaluación agronómica como ambiental.
Vemos en estos tres eventos tres tendencias claras sobre lo que hoy se entiende, hay otras más, por agroecología. Reconociendo la importancia y conveniencia de practicar esta forma de agricultura, conviene no perder de vista algunos hechos y datos concretos, pues no olvidemos que “lo mejor es enemigo de lo bueno” y que los que practican la agricultura tradicional y hasta utilizar técnicas biotecnológicas no son unos desalmados.
El crecimiento de la población y los límites de las tierras de cultivo y de agua dulce y el cambio climático tienen profundas implicaciones para la capacidad de la agricultura para satisfacer en este siglo las demandas de alimentos, piensos, fibras y combustibles, al tiempo que reduce el impacto ambiental de su producción. La agricultura moderna se enfrenta a enormes desafíos, incluso con los recientes aumentos de la productividad. En este sentido no podemos despreciar la aplicación de la biotecnología, a pesar de que muchos lo consideren antinatura. No se trata ahora de hacer una valoración pero si de que veamos que se puede practicar una agroecología al tiempo que una agricultura intensiva utilizando nuevas técnicas.
Según Chilton (2014), el único enfoque sostenible para la seguridad alimentaria en 2050 y más adelante es desbloquear el potencial de las plantas a través de la innovación. La biotecnología agrícola será un factor clave en la producción sostenible de alimentos en el futuro. Con la ingeniería genética se dispone de una amplia selección de genes para introducir en una célula vegetal y elegir las regiones genéticas en las que queremos insertarlos, sin ningún tipo de consecuencias no deseadas (‘una planta genéticamente modificada es un producto mucho más definido y preciso»).
jesús domingo martínez. madrid