Los Rodríguez
Cuentan los más veteranos que en el PSOE leonés hubo una ‘reina de corazones’ que emuló el cuento de Alicia —la de las maravillas— y aplicó con rigor aquello de ‘que le corten la cabeza’ a todo el que pudiese hacerle sombra, a pesar de que, al menos en lo físico y quizás en más cosas viendo hasta donde llegó, acumulaba más centímetros que nadie. Y como éxisto fue tan sobresaliente al dejar el socialismo leonés convertido en un erial —en el que sólo los más cercanos tenían espacio— al aterrizar en Ferraz en 2000 aplicó el mismo criterio, quizá incluso con más brio.
Y transformó aquel mapa de barones en un puzzle de sargentos chusqueros siempre dispuestos a cuadrarse cuando levantaba el teléfono el que arreglaba cosas con empresarios en gasolineras —y que aunque anunció que dejaba la primera línea política no hay comité federal del PSOE en el que no salga en la foto—. De aquella era nos llega hoy este rompecabezas de Sánchez, López o Díaz, con el socialismo avanzando con paso decidido... hacia el abismo.
En cuestión de días se cumplirán ya cuatro años de la moción de censura de Ponferrada que tanto torció las cosas. Óscar López era llevado en volandas hacia el cielo pero su torpeza en el pacto, o quizá la audacia exhibida por quienes no le querían, hizo descarrilar la transición que pilotaba Rubalcaba.
Y llegó el caos porque el bucle eterno de la falta de programa y de liderazgo se ha convertido en un caracol que cada vez tiene los círculos más estrechos.
No sé si el cumplir años le hace a uno ser más propenso a pensar que lo de otros tiempos fue mejor. Pero tampoco ayuda intentar sacar algo en claro de los discursos que ofrecen los que intentan asaltar la última planta de Ferraz, quién sabe si para bajar la trapa.
Es ley sabida en el fútbol que los títulos no llegan si sólo se cuenta con once o doce jugadores reales. O al menos así lo intenta probar Zidanne. La prueba es que cuando llega la hora de la verdad hay quienes se desinflan y quienes triunfan porque han sabido dar oportunidades y confianza a tiempo a los secundarios para poder contar con ellos cuando es necesario.
En el PSOE se dinamitó el banquillo y la herencia de Rodríguez está en la acera de enfrente, donde han crecido a su sombra. Pero puestos a seguir el camino del mesías no se han olvidado de recrear también las guerras cainitas.