La vida sigue igual
Toca cambio de tercio. Tras lo ocurrido este fin de semana en la Caja Mágica, que como era previsible en un recinto ideado para jugar al tenis, todo se quedó en mero peloteo, es la hora de mirar a las categorías inferiores. Con la Liga sin ningún atisbo de cambio en las principales posiciones hay que pensar en los ascensos y descensos. En quienes prefieren apostar por el juego italiano que da tan buenos rendimientos y que impide cualquier tipo de magia o de sorpresa.
Es cuestión de tiempo que nos vuelva a ‘sorprender’ al salir del hastío con lo de las ilusiones renovadas, con las energías de filas azules para seguir dirigiendo el juego en ésta nuestra Comunidad. Visto lo visto y después de que Rosa Valdeón se pasase de frenada nada mejor que mantener el melón a buen recaudo en la nevera no vaya a ser que al abrirlo la caja en este caso sea la de Pandora.
La duda queda para la liga provincial, en la que quizá el presidente real opte por poner su nombre en la nómina, aunque tampoco sin grandes aspavientos ya que el inquilino eventual fácilmente asumirá cualquier acomodo al tener a sus espaldas una carrera equiparable a la del Lazarillo, que pasaba de amo en amo con unos quiebros que asombrarían a Messi, y siempre dispuesto a recuperar el papel de fontanero-sicario-secretario general.
Y mientras se ultiman los preparativos del carnaval, en Vistalegre se quitaron las caretas y aparcaron aquello de la ‘democracia real’ para avanzar hacia la ‘democracia orgánica’, esa que predicaron en España durante 40 años los que no querían a nadie pensando ni opinando distinto a lo previsto en las doctrinas.
Había que plantearse si lo de poner apellidos a la Democracia no debería ser materia a incluir en el Código Penal, porque en seguida surgen expresiones como lo de ‘movimiento nacional’ o ‘estatal’ que dan ganas de ponerse a temblar.
Suena todo tan ineficaz... tan casposo. Como lo de ese PSOE que, es incapaz de salir del vestuario porque sigue peleándose por los puestos en el campo. Pero eso sí, ya empieza a trazar en la pizarra sus soluciones para intentar remontar en la clasificación: más fosas y menos concordato.
Lo dicho, la vida sigue igual. Aquí, apretando el ‘grano’ desde todos los vértices imaginables a ver si revienta...