‘Patada’ al fútbol
Lo ocurrido en el partido de juveniles entre el Santa Marta salmantino y la Cultural reabre el debate sobre la violencia en el fútbol base. El vídeo en el que el presidente del club charro propina una patada en la cabeza al padre de un jugador leonés ha dado la vuelta a España. En cualquier contexto sería injustificable una acción de este tipo pero más si cabe en un recinto deportivo. Pero a medida que se van conociendo los detalles de lo ocurrido parece que ese fue el culmen para una serie de desatinos que empiezan por los insultos racistas proferidos a los jugadores que ha traído Aspire a León, pero que no ocultan que hubo más comportamientos y comentarios inaceptables en los dos bandos, incluido el del jugador de la Cultural que subió a la grada para intervenir en la trifulca. La justicia deportiva y los tribunales ordinarios deberán esclarecer los detalles de lo ocurrido pero lo cierto es que hay un daño deportivo que nadie podrá solventar. El ascenso a División de Honor, objetivo clave en Aspire, se ha complicado notablemente. Y eso que ahí surge otro desatino, porque el comunicado de la Cultural pidiendo a la Federación que invalide el resultado del partido resulta como mínimo llamativo si se conocen las normas del deporte que impiden, al menos de momento, ‘rearbitrar’ los encuentros pase lo que pase.