EDITORIAL | Rigor en el cobro de los impuestos para hacer justicia

El nuevo servicio de inspección que pondrá en marcha la Diputación pretende perseguir las bolsas de fraude que se detectan en el pago del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) en los pequeños municipios. La contribución de todos a las arcas del Estado es la mejor fórmula de hacer justicia, porque con ese dinero se pagan los servicios e infraestructuras de las que todos nos beneficiamos. Cada vez que se acaba con una bolsa de defraudadores de impuestos se está contribuyendo al bienestar de todos los ciudadanos y avanzando hacia una paradoja en la que es importante insistir: si todos pagamos lo que nos corresponde sin duda sería posible aplicar una rebaja sensible en los impuestos.

Hacienda sí vigila las empresas situadas en los municipios grandes y no parece legítimo que exista una diferencia en el tratamiento que reciben las compañías en función de cuál sea el término municipal en el que tienen asentada su sede fiscal. La Diputación tramita cada año cerca de 2.400 recibos de un total de 206 ayuntamientos y hay que tener presente que en muchos casos se trata incluso de polígonos industriales notables en los que la actividad es relativamente importante. En total la recaudación obtenida el año pasado por el IAE de municipios de menos de 20.000 habitantes alcanzó los 5,3 millones de euros y aunque el cobro efectivo alcanza el 95% el problema se presume que se centra en que no se ajusta a la actividad real.