En apoyo a la atención primaria rural

E n un estudio publicado recientemente, donde se analizan aspectos funcionales de los diferentes sistemas sanitarios de la Unión Europea, se señala que para mejorar la Sanidad de un país es obligado potenciar la Atención Primaria. Esta conclusión no sorprende si tenemos en cuenta que en este ámbito se resuelve el 80% de las patologías habituales. El Ministerio de Sanidad y las consejerías de sanidad de las diferentes comunidades autónomas deberían implicarse de forma especial en esta propuesta.

En León, desde ya hace tiempo, se vienen denunciando los problemas que inciden y afectan a la calidad de la Atención Primaria en general, y de manera puntual a la Atención Primaria rural. Las quejas han surgido desde diferentes ámbitos, profesionales sanitarios, alcaldes de diferentes municipios y usuarios, poniendo en evidencia la precariedad de la atención sanitaria en este ámbito.

Desde la Plataforma Social en Defensa de la Sanidad Pública de León nos propusimos conseguir información de los propios profesionales, sobre sus dificultades en el día a día en la atención a los pacientes, condiciones de trabajo, dotación de los centros y diferentes aspectos sociosanitarios, con el ánimo de hacer nuestras sus reivindicaciones y prestarles todo nuestro apoyo.

Constatamos unanimidad por parte de los profesionales sanitarios en la denuncia de la precariedad laboral que vienen soportando desde hace tiempo y nadie parece querer resolver.

A medida que se van produciendo las jubilaciones, la carencia de profesionales llega a ser alarmante; y, frente a la excusa esgrimida por la Consejería de Sanidad sobre que no hay personal que les pueda sustituir, se contrapone el hecho de que, debido a la precariedad laboral que se les ofrece en nuestra comunidad, muchos de nuestros profesionales deciden emigrar a otros países o a otras comunidades con mejores condiciones. En nuestra provincia, un 40,67% de los médicos y médicas y el 30,9% de las enfermeras y enfermeros no tienen un contrato fijo, son interinos o temporales.

A esto se añaden problemas en el propio quehacer asistencial. Uno de ellos es la acumulación de pacientes cuando se produce una baja de alguno de los profesionales y no es sustituido por otro; en este caso sus pacientes se suman a los ya citados por quienes sí se encuentra trabajando, lo que conduce a duplicar el número de pacientes por consulta/día.

Una ratio que ya de por sí ya es elevada, tal y como se observa en una publicación reciente: 32 pacientes /médico/día (con una frecuentación por paciente de 9,3 veces/año, por encima de la media provincial).

La situación se complica por

el hecho de que los profesionales sanitarios deben además prestar atención domiciliaria y asistencia en consultorios ubicados en otros pueblos, a los que acuden con vehículo propio, otro motivo de conflicto en días pasados, por lo que no es infrecuente que existan cambios de hora o día de la consulta con el consiguiente trastorno para los pacientes.

Otra carencia más que apuntan estos profesionales, y en esta demanda hay una coincidencia mayoritaria, es la imposibilidad de llevar a cabo cursos de formación continuada, necesarios para una atención sanitaria actualizada y de calidad.

En cuanto a las listas de espera, comprobamos que la cita para el médico de familia no tiene habitualmente demora en el medio rural, salvo en momentos puntuales como la no sustitución de los profesionales de baja, epidemias o la mayor afluencia de personas a los pueblos en época estival.

Como contraposición están las listas de espera para las consultas de especialidades o para pruebas diagnósticas, las cuales se han incrementado notablemente, superando los 30 días como media. Una solución aportada por los propios profesionales sería dotar a los centros de medios diagnósticos adecuados, los que hay son escasos y obsoletos, e implantar programas de coordinación con Atención Especializada, que evitarían consultas innecesarias y la sobrecarga de las mismas.

En relación con las Unidades de Gestión Clínica (UGC), recientemente implantadas en Castilla y León (1 UGC en el Hospital de León y 2 en el Hospital del Bierzo), sumándose a la oposición de todos los sindicatos, el 85% de los profesionales opina que su impacto será negativo para la sanidad rural.

Desde la Plataforma Social en Defensa de la Sanidad Pública de León creemos que la solución al grave deterioro de la Atención Primaria rural pasa por dotar adecuadamente de personal y medios a los Centros rurales, en beneficio no solo de los pacientes, que serían el objetivo prioritario, sino también de los profesionales que en ocasiones se sienten ignorados dentro de nuestro Sistema Nacional de Salud.