Volved
Volved, ya es hora. Volved, o al menos íroslo planteando en serio, y eso por varias razones, entre ellas porque os echamos de menos. Y porque aquí no sólo está vuestra familia, amigos y compañeros, sino también vuestros paisajes vitales, esos que os hablan con un lenguaje como jamás lo harán los de acogida, por muy espléndidos o estimulantes que sean. Volved porque aquí hay giros, chistes, horarios, gestos y hábitos completamente inexplicables para un foráneo, y cuando los volváis a sentir será un poco como aspirar un aroma perdido de la infancia. Como sentiros completos de un modo raro y nostálgico, y cuando regreséis y estéis tomando unos vinos en un bar, en mitad de una conversación estruendosa en la que todos hablan y gesticulan intentando alzar la voz, tener razón, exponer su punto de vista, matizar, subrayar, recalcar y enfatizar, entre risas y codazos, y tapas monumentales, os quedaréis callados y absortos y pensaréis: sí, esto soy yo.
Volved, porque aquí hacéis falta, en lo humano y en lo práctico. Aquí hacen falta cabezas y manos, y bastante sentido común que parece haberse esfumado por la gatera. Volved para aplicar lo aprendido en lugares más organizados y eficientes —aunque carentes de otras cosas, todo no se puede tener—, para aplicar ideas y voluntad de progreso en territorios tan necesitados de neuronas, de grandes, heroicas dosis de iniciativa, para repoblar estas llanuras y estos valles que son los vuestros, y miradlos hoy: solitarios, deshumanizados, en proceso inverso al de la civilización…
Eso sí, no lo hagáis porque os los pidan los políticos, que no han hecho nada para que regreséis y que más bien os han aventado, como broza inservible, a vosotros, los más preparados, los mejores de entre los nuestros. Que no os engañen sus cantos de sirena sobre una recuperación que está resultando coja y manca. Y no penséis que todo va a ser coser y cantar porque esto sigue mal, muy mal. El empresario navajea al operario, el talento se castiga, la malicia se premia, los sindicatos han hecho mutis por el foro y hay condiciones laborales que parecen ancladas en El Lazarillo de Tormes.
Volvéis si queréis y si podéis.
Al menos, algunos de nosotros os estamos esperando.