Más desigualdad

Hay tanta información económica que a veces se nos escapan los principales indicadores. El informe España 2017 de la Comisión Europea, publicado hace días, dice por ejemplo que el 13,1% de los trabajadores españoles está en riesgo de pobreza; que el 28% de los ciudadanos se encuentra en riesgo de exclusión social; que hay probabilidades de que en la economía española se alcancen tasas de pobreza elevada incluso entre los colectivos con empleo. En lo que va de año, uno de cada tres contratos laborales firmados dura menos de 30 días; el 70% de los trabajadores jóvenes gana menos de 1.000 euros al mes; y el parado cobra de media en España el 51% de sus ingresos anteriores (frente al 67% en Francia y Alemania, al 76% en Finlandia y al 84% en Dinamarca). Y en nuestro país, el salario más frecuente es de 16.500 euros anuales. La contemplación de este panorama debería matizar las declaraciones estridentes y optimistas sobre el fin de la crisis y la bonanza económica de que al fin disfrutamos, las manifestaciones sobre la necesidad de «profundizar en las reformas» y las afirmaciones precipitadas acerca del futuro.