Diario de León

MARINERO DE RÍO

Está en Internet

Publicado por
EMILIO GANCEDO
León

Creado:

Actualizado:

La frase resume la época. Está en Internet. Vale para la oficina, para el aula, para el negocio, para el ocio y hasta para la pescadería. No os preocupéis: el dato, el horario, el precio, las bases del concurso, la batalla, la solución, están en Internet. Todo está ahí, en el gran oráculo, en el gran pozo de los deseos, en la gran caja de Pandora de nuestro tiempo. No pienses, no acumules apunte alguno en la calabaza porque todo está fuera de ti, en ese raro envés de la realidad, en ese otro lado del espejo de Alicia llamado Internet.

Las largas, interminables controversias con café y chupito de sobremesa en torno a si un determinado actor está vivo o criando malvas, sobre el oficio o lugar de residencia de aquel compañero de clase tan raro, todas esas polémicas tertulianas se acaban ahora de golpe cuando el listo de turno saca el iphone como el jicho del oeste su colt y, con un hábil movimiento de pulgares, extrae y expone el dato preciso. El silencio que se hace entonces es un silencio triste. Y el personal compone expresión pesarosa y resentida, como diciendo «con lo bien que lo estábamos pasando...».

Habrá quien piense que esos litigios son inútiles y que lo importante es el desenlace final. Lo mismo deben pensar los alumnos que pescan trabajos escolares en el océano cibernético y los hacen pasar como propios, o que acuden a la Wiki a atrapar la referencia o el número que les pide el profe, desnudos de todo contexto. ¿Pero no quería usted la solución, el resultado, si al zar Nicolás II lo asesinaron los bolcheviques o lo invitaron a jugar una partida de julepe? Sí... y no.

No porque, amigos queridos, una meta no nos cambia en absoluto, y nada habremos aprendido si no andamos el camino necesario para llegar a ella. Si no tropezamos, resbalamos, dudamos de ruta y nos damos buenos costalazos. Todo está en Internet como todo está en la vida, ahí afuera, pero nuestro deber es asimilar la realidad, incorporarla y hacerla propia. Y ese es un trabajo duro, lento, personal, que no se consigue sólo haciendo ‘clic’. La llave para entendernos habremos de seguir buscándonosla en la cabeza.

Y aunque hasta el Marinero de río navega por Internet, mi esperanza está en que haya cosas que jamás entren por las puertas grandes de Google.

tracking