EDITORIAL | El final de la crisis facilita el diálogo del mundo laboral

En cuestión de pocas semanas se cumplirá una década del estallido de las hipotecas subprime estadounidenses que dieron el pistoletazo de salida a la crisis en el verano de 2007. Desde entonces son muy pocas las personas que no se han visto afectadas por las consecuencias de aquella especie de tsunami económico que poco a poco fue invadiendo todos los territorios y todos los sectores, generando unos efectos que en demasiados casos han sido terribles.

Pero lo cierto es que las cosas están cambiando y aunque queda mucho camino por recorrer los sacrificios realizados durante años por los trabajadores merecen una actitud más receptiva de la patronal. En la Ceoe, al menos, así lo entienden y plantean subidas salariales del 1% al 2%, unas cifras muy alejadas de las aprobadas en tiempos de bonanza, pero que también eran impensables no hace tanto tiempo. La disposición al diálogo exhibida desde Madrid incluye, no obstante, el deseo de que se avance hacia el logro de pactos en otros campos, como en el caso de las bajas laborales.

Con estos planteamientos será más fácil avanzar hacia acuerdos que cierren negociaciones colectivas que se han visto bloqueadas por la crisis. El cambio de actitud en la patronal será beneficioso sin duda para todas las partes, porque como era previsible el final de la etapa de recesión es la mejor noticia para impulsar el diálogo social, un terreno siempre complicado pero a la vez fundamental para conseguir una coyuntura laboral que beneficie al conjunto de la sociedad, y que anime el crecimiento económico y el empleo.