EDITORIAL | Edificio Botines, valor añadido para León

La apertura al público del Edificio Botines supone un valor añadido para la oferta turística leonesa, al incorporar la posibilidad de conocer el interior en un inmueble ideado por el genial Antonio Gaudí. El legado del arquitecto de Reus fuera de Cataluña se limita al Capricho de Comillas (Cantabria) y los dos edificios leoneses, el Palacio Episcopal de Astorga —que alberga el museo diocesano desde hace décadas— y el Edificio Botines, que ha sido abierto al público por la Fundación España Duero, heredera de la Caja. El legado de la obra social y cultural de la antigua entidad financiera precisa fórmulas para su mantenimiento y por ello se apuesta por abrir Botines como fórmula para conseguir fondos. En principio la iniciativa es positiva al sumar un doble objetivo loable. Se añade otro recurso de primer orden a los alicientes de León y se da vida al patrimonio heredado de la Caja que debería custodiarse adecuadamente. El precio de las entradas básicas es de 5 euros, con un coste similar al que existe hoy en múltiples monumentos. La duda está en si los 12 para los pases guiados no generará un cierto rechazo entre los posibles visitantes.