cartas al director
Abusos de democracia
Z apatero, el expresidente ‘benefactor’, aprovechando peregrinaciones de Benllera y loores anuales a San Genarín de los adictos, en aumento, entretiene y anima a la ciudadanía, que no otra cosa hizo en sus legislaturas al mando del Gobierno y de la hucha estatal. Alicaído por los temores circundantes a su ley más estimada por afección familiar, defectuosa y cara —barata que dicen los propios interesados— que se atribuyen loas gratuitas a sí mismos; basta ver hallazgos encomiados en cada pueblo, celebrados con las generosas subvenciones a instituciones afectas al partido.
Un monolito feo, descomunal y pesado, en Benllera para contrarrestar ignominias de unos pocos del mismo bando. Hitos de memoria sectaria e ideológica para que a los olvidados propios, les devuelvan sus ‘derechos quitados’. Si no hubo suficientes ofensas entonces, ahora una más, con tales monumentos. Y la madre de todos los gastos en la capital de la provincia para ateos, resabiados y similares, Si otrora nos entretuvo con folletón biográfico, toca actualmente inaugurar ‘hitos’ que aseguren la historia de diez años transcurridos sin mácula.
Toda una memoria democrática que es la que otorga el derecho a todos los ciudadanos, no así las subvenciones para mismos fines, a «reconocer su memoria personal» —se referirá a la de su abuelo y ascendientes, bien cuidada—. Todo lo ocultamos con la bendita democracia, cuando el desahucio del erario estatal respalda intereses personales. ¿Dónde está la subvención para tantos ajenos?
La historia nos quitó derechos a todos, y de esos debería preocuparse una ley cara y defectuosa. Un poco tarde avivada, cuando ya la ciudadanía estaba asimilando los desacuerdos viles sufridos por ambas partes.
Lo de ganadores y perdidos, poco anima en un asunto tan trascendental e inimaginable, consecuencias contraídas en una guerra civil, inolvidable para ambos bandos contrincantes.
Y tan difícil de calcular cuál de los dos frentes sufrió más, por diferentes razones. Prevalece sobre la memoria sectaria, cara e ideológica, el recuerdo unísono de todas las víctimas no sólo precisamente las del partido socialista y afines.
Una verdadera trama que olvidan los repetidores del insultante vocablo, sin hacer mención de Paracuellos y otras lindezas antecesoras. ¿Dónde han ido a parar los 25 millones primeros y otros tantos fraudes subalimentados en últimas horas de su Gobierno leal y complaciente? Sigue la ley olvidando la interpretación sectaria de dirigentes a quienes aupa con el voto su partido: calles, cambiadas sin apenas conocimiento de cada historial de los titulares afectados. Placas arrancadas y monumentos derribados sin ton ni son que la socialista Sauquillo sabrá.
Hubo más autoritarismos que los señalados y más graves por llevarse a cabo dentro del período democrático excesivamente loado. Democracia herida con votos y legislación ideológica. Claro que pudo salir adelante con la misma fuerza que se aupó y la debilidad de partido más democrático, lo confirma la historia en varios gobiernos socialistas con traumas económicos y de índole política, más graves.
Demasiado magnánimos, ejemplo y tolerancia de un Rajoy, nunca agradecidos a su acción gubernativa respetuosa con el ideario de tales leyes socialistas, cada cual mal afeadas. Leyes de educación de la ministra Castillo y Wert que tenían rasgos democráticos científicos y pedagógicos positivos, defenestradas y derogadas a las primeras de cambio, por un PSOE acéfalo y desorientado, con ‘el no es no’.
Idem las sanitarias y la loada dependencia que sólo ha servido para engrosar el número de funcionarios socialistas en su entorno, otra herencia funesta de las legislaturas de don José Luis y su pobre paisanaje femenino en torno, estos días tan llorado. Para qué seguir. No tenga miedo, don José, que con el ‘no es no’, tan alargado habrá respaldo legislativo asegurado y la alianza de civilización, sólo para Erdogan. Así todo, señor Zapatero. Léase y repase su mamotreto en tiempo de ocio sobrante de excursiones bolivarianas. Y para colmo de tanta desdicha, aparece de improviso la Parca circundante en fechas recientes. Mucho ánimo, contra tiempo penoso aún.
Ángel Carvajal Carrera. leóN