De libros
J unto a San Jordi en Cataluña, sobre todo en Barcelona, la Feria del Libro de Madrid es una de las citas con los libros más importantes de nuestro país.
Precisamente este fin de semana comienza la Feria del Libro de Madrid y contará con la presencia de los Reyes.
Hay que reconocer que don Felipe está haciendo de su interés y promoción de la cultura una de las señas de identidad de su incipiente reinado.
Llevo unos cuantos años asistiendo a la Feria para firmar libros y les aseguro que la presencia de políticos es escasa. A ningún presidente de Gobierno se le ha ocurrido ir a la Feria solo o con su familia a comprar libros. Tampoco los lideres de la oposición han prodigado su presencia. Creo que fue hace un año o dos que Marta Rivera de la Cruz (la única diputada junto a Toni Canto que de verdad es la voz de la cultura en el Parlamento) se lo sugirió a Albert Rivera y éste fue a la Feria, e inmediatamente Pedro Sánchez para no ser menos también fue, eso sí, avisando previamente a los medios de comunicación. En realidad no fueron a comprar libros sino a hacerse la foto.
Pero ya digo que hasta ahora no ha sido habitual ver a políticos sin cámaras detrás paseando tranquilamente, mezclándose con la gente y comprando libros.
En realidad a la mayoría de los políticos la cultura se la trae al fresco. Tan difícil es verles comprando libros como asistiendo al cine o al teatro o al concierto. Sólo lo hacen cuando hay un «estreno» y tienen asegurado el minuto de «telediario», pero así como a los Reyes es habitual encontrárselos en el cine, en el teatro o en conciertos con nuestra clase política eso es misión imposible. Y la prueba de su desinterés por la cultura es que han sido incapaces de legislar para acabar con la piratería. Ángeles González Sinde hizo una ley contra la piratería que le costó un enorme desgaste sacar adelante amen de que entre su proyecto inicial y lo que finalmente aprobó el Parlamento hubo diferencias sustanciales, por aquello de que Rodríguez Zapatero que iba de modernísimo no quería molestar a los «piratas».
Nuestros políticos no encuentran tiempo y mucho menos tienen interés en legislar para proteger la propiedad intelectual. Y ya puestos persiguen con saña a los escritores a los que intentan que a la edad de jubilación no vuelvan a publicar si es que quieren cobrar la pensión.
En fin, no voy a seguir para no agriarme el humor. Disfrutemos de la primavera que no sólo trae flores sino libros ya que por estas fechas hay ferias del libro por toda España y la de Madrid es sin duda una Feria extraordinaria.