Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Reencuentro anual en Sorriba del Esla

E ste sábado la localidad de Sorriba del Esla vivirá una nueva jornada de confraternidad y de cita con la nostalgia y el recuerdo. Es el reencuentro anual —en la cercanía de la festividad de la Virgen de la Vega— de muchos hijos del pueblo, que a lo largo de los últimos decenios han experimentado la diáspora laboral o estudiantil por gran parte de la geografía nacional.

En estas reuniones anuales la añoranza de la niñez y primera juventud se materializa salpicada de vivencias actuales. Habrá recuerdos de los duros años 50, 60 y 70, en que los niños aprendimos deprisa las dificultades que nos esperaban. Salimos espabilados sin necesidad de sesiones de psicoterapia, si exceptuamos la vara de fresno con que a veces nuestro maestro don Simón nos psicoanalizaba. A pesar de todo, crecimos sin traumas y, con cierta perspectiva, nos damos cuenta de que aquella severa educación no fue tan nociva como parecía. Más tarde, salimos del pueblo en busca de otros horizontes, y ahora cumplimos el rito anual del reencuentro, para mantener viva la memoria y el orgullo de unas raíces comunes: las raíces de Sorriba del Esla, antigua villa realenga desde 1230, con rica historia medieval, sede de antiguos mercados de ganado, confluencia del Camino de Santiago, etcétera. Pero para todos nosotros, nada más —y nada menos—… que nuestro querido pueblo.

alberto Rueda

Estrada. logroño

Genarín y la victoria de la Cultural

U no de los cuatro milagros atribuidos a Genarín, que todo simpatizante de la Cultural y Deportiva Leonesa debe de conocer, fue el desgafamiento del estadio La Puentecilla con el reciente ascenso a Primera División del equipo en la temporada 1954-1955. Aunque algunos cronistas no oficiales de la época manifestaron entonces que estos mismos evangelistas celebraron un ritual similar en su momento para llevar al equipo a Primera División, la historia fue así:

Los cuatro ‘evangelistas’ de la Cofradía de Genarín sabían bien que el partido ante el Hércules de Alicante era decisivo, y cansados del gafe que arrastraba el estadio, decidieron encomendarse al santo padre Genarín. Así pues, el sábado de víspera encamináronse en peregrinación hasta el campo de La Puentecilla, que estaba desguarnecido, saltaron la valla, y con un hisopo obtenido de manera poco clara, asperjaron con orujo los cuatro córners y los dos puntos de penalti.

Al día siguiente, ya en el partido, comenzó marcando el Hércules. Grande fue el llanto y el rechinar de dientes, pero uno de los ‘evangelistas’, alzando los ojos al cielo, clamó: «¡Genarín! ¡Como pierda la Cultural, te va a volver a llevar orujo a la muralla tu p… madre!»; en este punto, el equipo leonés tranformose milagrosamente en legión de ángeles y ganó la Cultural al Hércules por dos a uno, aunque luego volvió a ser sepultada en Segunda y hasta en Segunda B, y no ha vuelto a ascender hasta día de hoy.

Deberían de volver a realizarse este ritual con orujo de la ‘bendición’ de nuestro campo de fútbol Reino de León; los miembros de la Cofradía de Genarín asegurarían así la victoria 62 años después del milagro y lograrían el anhelado ascenso a Segunda.

Javier Benéitez Mateos. lEÓN

Fragilidad del peatón

H emos asistido en estos días en los medios de información a las tristes noticias de atropellos mortales de ciclistas en nuestras carreteras, hechos que nos han apenado profundamente.

Se tiene la idea de que el ciclista es una persona sana, deportista y ecológica. Sin embargo, yo me pregunto si también es cívico, al menos, el ciclista de ciudad. Yo soy peatón, y como tal, voy por la acera; y estoy cansado de que me pasen las bicicletas a toda pastilla tanto de frente cómo por la espalda con el gravísimo riesgo de que si me muevo para cualquier lado, la colisión es segura.

No sé si las bicis pueden ir por la acera o parques legalmente, pero al menos les pediría que fuesen más respetuosos con el peatón y adapten su velocidad al paso de las personas.

Que piensen que al igual que ellos son frágiles frente al automovil, los peatones lo somos frente a las bicicletas y tengan más cuidado y respeto para los que vamos caminando.

Francisco Santiago. león