Bajar las tasas universitarias, una buena medida
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó ayer el Decreto que establece la congelación, por tercer año consecutivo, de los precios públicos para el curso académico 2017-2018 en las matrículas universitarias. Una decisión que emana de los compromisos suscritos entre PP y Ciudadanos para garantizar la estabilidad del gobierno autonómico, y que incluye como cláusula de salvaguarda para el año que viene la reducción del 5 % de las mismas tasas en primera matrícula, siempre y cuando continúe el crecimiento económico.
Las tasas en casi todas las universidades, también la de León, siguieron la senda contraria en los años de crisis. En lugar de bajar o congelarse, subieron en aras a garantizar la estabilidad presupuestaria de las instituciones académicas, lo que tuvo un alto coste social, por frenar el acceso a los campus de capas vulnerables de la sociedad afectadas por la mala situación económica, que también tuvieron que sufrir los recortes de las becas.
En la actualidad, los ingresos que perciben las universidades por precios públicos cubren entre el 15 % y el 25 % del coste real de las enseñanzas en primera matrícula, pues la mayor parte de la financiación universitaria se realiza con cargo a los Presupuestos Generales de la Comunidad. Por tanto, no es que sea la parte más importante de esa financiación, pero sí la que tiene más influencia en las familias. La medida tomada por la Junta debe interpretarse como una buena decisión para apoyar a los jóvenes de esta Comunidad. A un talento imprescindible para construir un futuro prometedor.