La Diputación, a punto de reducir su deuda a cero

Con la que ha caído en las instituciones públicas en los años de crisis, que la Diputación de León esté a las puertas de lograr una deuda cero debe interpretarse como un hecho relevante. La institución leonesa espera liquidar los 41 millones de euros de su cuenta negativa con parte de los 149 millones de remanentes del presupuesto de 2016. Una partida que sólo estará pendiente de la autorización de Hacienda una vez que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado en el Parlamento, trámite que ya no tiene grandes dudas después del acuerdo de Mariano Rajoy con Nueva Canarias que supuso la aprobación de las cuentas de 2017.

La Diputación ha llegado hasta este punto después de una gestión cimentada en las últimas legislaturas. Un logro también del actual presidente, Juan Martínez Majo, que ha fijado el desarrollo rural como el gran objetivo del mandato.

León es una provincia muy extensa y diversa que debe tener en la institución provincial la palanca necesaria para articular proyectos que ayuden a generar actividad económica, porque eso combatirá males como la despoblación. Esa buena gestión debe traducirse ahora, por tanto, en iniciativas que no sólo consistan en atender las carreteras, la labor social o las pequeñas obras, que son una parte fundamental de la gestión de la Diputación. Ayer, en el Pleno, se dejaron caer algunas como combatir la brecha digital o el apoyo al empresariado local. Lo importante es que sean proyectos con visión de futuro.