EDITORIAL | Inversiones para dar nueva vida al sector energético

Gas Natural invertirá en la central térmica de La Robla para dotarla de viabilidad frente a las nuevas normativas de emisiones que alterarán de manera radical el mapa energético del continente europeo. La compañía eléctrica mantiene sus planes para el cierre de la planta de Anllares y concreta fecha y fórmulas para limitar el daño social, con ofertas a sus trabajadores para la recolocación o con el disfrute de prejubilaciones y bajas incentivadas. Con el futuro de Compostilla en entredicho y el adiós anunciado de Anllares será fundamental para la provincia la llegada de este plan de renovación en la central ubicada en la montaña central y también con la puesta en marcha de una inversión global de 200 millones de euros en el sector renovable, concretamente para la instalación de parques eólicos en la Comunidad.

Los planes de Gas Natural para la térmica de La Robla facilitarán su continuidad más allá de julio de 2020, una decisión fundamental para que esa zona del norte de la provincia pueda mantener el pulso económico tras la drástica reducción registrada en la actividad minera.

Ahora toda la incertidumbre se sitúa en el caso de Compostilla II, un elemento fundamental para la economía berciana y todo un emblema para la compañía Endesa —de capital público hasta que se hizo con el control la italiana Enel— ya que la empresa se constituyó en los años 40 para gestionar la construcción de una térmica que quemase los carbones bercianos y lacianiegos. Tras el sí a La Robla de Gas Natural sería importante que Endesa se repensase su decisión.