EDITORIAL | Visibilidad en las Cortes al histórico conflicto de Pinos
El conflicto del puerto de Pinos, en Babia, escribe de forma periódica un nuevo capítulo sin que se atisbe una solución desde hace nueve décadas, exactamente desde que comprara los terrenos en suelo leonés el Ayuntamiento asturiano de Mieres. Que la Comisión de Agricultura de las Cortes se interese por el asunto, y más por unanimidad de todos sus miembros, abre ahora la posibilidad de que los ganaderos afectados y los pueblos de la zona que mantienen sus derechos históricos sean al menos escuchados por una Administración como la Junta con competencias suficientes como para poner un poco de orden.
Para los afectados leoneses, la expropiación de los terrenos es la única solución al conflicto, pero tal medida suscita dudas por cuanto la compra por parte del Ayuntamiento de Mieres se hizo con todos los preceptos legales en 1926, en pública subasta a la Fundación Sierra Pambley, y podría acabar en un largo litigio judicial, además de exigir el pago de importantes cantidades de dinero por parte de quienes encabecen el conflicto administrativo. No es, por tanto, fácil la solución si no lo ha sido en más de 90 años, pero al menos el conflicto, con la creación de una mesa de trabajo en las Cortes, tendrá visibilidad pública fuera del ámbito de Babia y de la provincia.
Lo que es cierto es que los pueblos se han sentido desamparados durante muchos años. La Junta, y también la Diputación, han hecho muy poco por mejorar los accesos o dar cobertura legal a los afectados, teniendo en cuenta que Mieres está ejerciendo competencias fuera de su territorio, en otra comunidad autónoma, aunque sea el propietario del puerto de Pinos.