Defensa legítima de una labor histórica
El homenaje desarrollado esta semana en el Congreso de los Diputados a los protagonistas de la Transición es una acción de justicia fácilmente legitimable a poco que se conozca la historia de España. El país llegó al final de la dictadura totalmente harto de tanto odio acumulado. Décadas de inestabilidad, de falta de libertades e incluso con una terrible guerra fratricida que destrozó literalmente España llevó a que una generación optase por la vía del diálogo aunque fuese a costa del inmenso sacrificio que siempre supone el olvido.
El entonces diputado por UCD, Manuel Ángel Fernández Arias, resume acertadamente lo vivido entonces y la realidad que se percibe hoy. «Se trataba de perdonar lo que había pasado y era lo que estaban deseando de verdad los españoles». Pero como testigo de estos 40 años de democracia también expresa su preocupación: «Luchamos mucho por unir aquella España y ahora quieren romperla».
Aquella labor en la que todos los partidos se involucraron se merece sin duda el reconocimiento de quienes hoy nos beneficiamos de ella.