TRIBUNA
Cultural y Deportiva ¿Leonesa?
F ui jugador de este club, de forma más bien amateur, y dentro del pelotón de los mediocres. Por ello, muy pronto mi vida personal y profesional se encaminó por otros derroteros, pero no por ello he dejado de seguir, querer y llevar muy, muy dentro, tanto el fútbol como al equipo de mi tierra.
He vivido con grandísima alegría, con enorme satisfacción, la temporada pasada; muy bien gestionada en el ámbito deportivo y entiendo que también administrativamente. A los que amamos el fútbol nos han hecho disfrutar una barbaridad y el final no pudo ser más feliz
Los ‘disgustos’, aunque se barruntaban, han comenzado en esta recién iniciada campaña. Hace pocos días se prescindía de los servicios de un exjugador, casi leonés, gran profesional de la Fisioterapia, al que se excluye después de unos 20 años de dedicación. Opino, y somos multitud, que con una trayectoria encomiable, restando mucho tiempo a su familia y/o aficiones, alguien dirá que con fin lucrativo, yo les aseguro que anteponiendo mucho más el cariño a un escudo
Otro tanto de lo mismo, aunque no se ha oficiliazado, se rumorea con el galeno del equipo ,el señor López Contreras, ‘Salus’. Las palabras anteriores se pueden suscribir aquí coma por coma: muchas años de dedicación, muchas patadas por campos de tercera, mucho de amor a unos colores. ¿Quién será el siguiente? ¿Es una invasión silenciosa?
Es cierto que en muchas ocasiones se dice, típico comentario de barra: «pero si no juega ni uno de León». Quizá conseguir esto, que desde luego es un mal generalizado en entidades mucho más grandiosas que la que nos ocupa, es muy difícil o desde luego requiere un análisis mucho más profundo, pero evidentemente no es el caso que nos ocupa.
Provoca gran desazón ver éstas, al menos dudosas maniobras de gestión. Es verdad que es una tristeza resignada: no se puede dejar de reconocer la realidad. Es cierto que hace bien poco, si no llega capital del exterior el futuro de la entidad era muy oscuro, estaba muy endeudada, y aquí no hubo iniciativas o no prosperaron. Todo eran incógnitas hasta que aparecieron los actuales rectores, y el agradecimiento es inmenso hacia ellos; nos han puesto en el mapa futbolístico y han renovado la ilusión por este club en León. Insisto, muy agradecidos, y es muy elogiable la gestión realizada: 43 de años de espera lo avalan.
Pero esa realidad no me quita ni un ápice de legitimidad para escribir estas líneas, e intentar despertar las conciencias, este equipo es de León y debe tener identidad leonesa, y el camino que llevamos en ese sentido creo que no es el mejor.
Tenía dudas sobre la conveniencia de escribir esta Tribuna que tan gentilmente me ha ofrecido este medio. No soy amigo de las polémicas vacías y no es mi fin generarlas. Pero me sentía moralmente obligado, como reconocimiento y contribución a los que ya no están, y también por despertar o sino mantener alerta las conciencias de muchos culturalistas que como yo, quieren a este club, para que cada uno en la medida de sus posibilidades defienda muestro patrimonio: ámbito institucional, político, periodístico, empresarial, socios, aficionados, todos debemos estar o sentirnos involucrados.