EDITORIAL | El mercado del Conde avanza hacia un nuevo modelo de explotación
Modernizar por completo las instalaciones con una inversión de dos millones de euros, profesionalizar el funcionamiento con el concurso de una empresa especializada, diversificar
la oferta y abrir de manera ininterrumpida desde las diez de la mañana hasta las ocho de la tarde, de lunes a sábados. La propuesta que el Ayuntamiento de León había hecho en esos términos a los comerciantes que explotan los puestos del mercado del Conde Luna, que supone que los vendedores asuman la gestión y paguen esa reforma —crearían una cooperativa y la financiarían a veinte años,con un coste aproximado para cada uno de 70.000 euros—, parece avanzar por esa vía en la misma medida que las negociaciones tras la división de opiniones y las lógicas dudas iniciales sobre la viabilidad económica y el horizonte laboral.
La realidad a día de hoy es que en estos momentos sólo están activos 28 de los 42 puestos disponibles y la previsión es que en los próximos años se producirán cinco jubilaciones. Y es también que el esfuerzo de los cuatro últimos gobiernos municipales no ha conseguido despertar, en los sucesivos concursos convocados, el interés por explotar por la vía de la adjudicación algunos de esos espacios sin uso.
La decisión sobre el futuro del proyecto está en manos de los comerciantes y lo deseable sería que apostasen por esa renovación, bajo una propuesta novedosa, interesante y quizá audaz. El mercado del Conde siempre fue un espacio entrañable para los leoneses y un punto de encuentro diario, lamentablemente olvidado en los últimos decenios por las posibilidades para la compra que marcaron los nuevos tiempos. Y fue sobre todo —y debería volver a serlo— un centro neurálgico del comercio tradicional, porque su recuperación tendría además un efecto dinamizador para la actividad económica, laboral y social sobre uno de los espacios más genuinos y bellos de la ciudad.