Y hay quién pica

En León, la policía ha detectado que vuelven a darse timos de la estampita. Un clásico del engaño en la rúa. El buen tiempo también saca a los pícaros a la calle. De momento hay dos denuncias, lo que permite deducir que debe de haber más, pues a las víctimas suele darle vergüenza admitir que por intentar pegársela a otro se la han pegado a ellos. Estos engaños se basan en el falso tonto y un falso listillo, más un señor que pasaba por ahí. Que alguien pique aún en estas marrullerías resulta asombroso, salvo porque la condición humana no cambia. Ya saben, si por Ordoño alguien les ofrece un billete de 500 por dos de 50, recelen. También si le proponen comprar el Bernesga por un módico precio. O si le piden que sujete un momento la Catedral para que no se caiga. «Mi Aniceto me salió rana, ¿eso cuenta como timo?». Pues sí, señora, pero reconozca que pecó usted de alma de cántaro, pues cuando le conoció era portero en un tugurio en la carretera de Benavente, en el barrio le conocían por «el sobón del Páramo» y le gustaba El Fary. Además, de la veintena de nombres de mujer que llevaba tatuados en el pecho el único que no correspondía a una exnovia era el de su madre. Hay timos que se ven venir, caer en ellos no es inocencia sino gilipollez, si se me permite la expresión.

Todo esto del independentismo catalán ¿qué otra cosa es que tocomocho, un gran desvalije de la sociedad catalana? Una estafa cantada. Y aún hay quien pica. ¿Y el saqueo del dinero público por parte los gurteles, los púnicos y los lezos, qué es sino un timo de la peor picaresca, la que llevan a cabo quienes más tienen? Una sociedad democrática no se puede dejar timar así. Otra cuestión es que tampoco debamos vivir bajo una eterna sospecha, pero si alguien le esta ofreciendo duros a pesetas, desconexiones exprés y demás verborreas de lo imposible, mejor será que compruebe si la cartera sigue en su sitio. Esto del separatismo no es más que rastros del señuelo. El gran robo ya se ha estado cometiendo durante décadas.

En fin, cuidado. Hay timadores sueltos por León. Si alguien le ofrece venderle el Hostal San Marcos por doscientos euros, no acepte sin más. Antes de comprar pregunte si están incluidos los gastos de comunidad.