La conjura de los pelmas

Me duelen los dedos de escribir sobre el separatismo catalán, monserga actual pero ya soporífera. Con lo grato que es escribir de Paquirrín y sus carnes prietas, o casi. Puigdemont busca que la Constitución española -la única- se le rinda por agotamiento, a golpe de insufrible tabarra en sesión continua. La estrategia del separatismo consiste en dar la turra a todas horas, hasta que nos flaqueen las fuerzas y les consintamos lo suyo. Táctica perversa donde las haya. Algo así como ese niño que hasta que no le compran sus padres un móvil no deja de cantar aquello de «un elefante se balanceaba en la tela de una araña y como veía que no se caía fue a buscar a otro elefante», y una vez contabilizados el millón de paquidermos sus progenitores ceden, por no aplicarle a la criaturita el artículo 155. Puigdemont, Junqueras, Tardá, Turull, Mas, los Pujol, Rufián... forman parte de una conjura de pelmazos, dicho sea así por no escribir una expresión celana. Profesionales de la murga, con algo de secta. Por su parte, Pilar Rahola, pedante y pelmaza donde las haya, ha afirmado recientemente en un programa de Telecinco: «España no podrá sobrevivir si Cataluña no fuese miembro de la Unión Europea». Ante la risotada del público, reculó o algo parecido a recular. Pero lo cierto es que lo piensa, o algo parecido a pensar. Lo mismo esperaba que le hiciesen la ola. Aburre a las ovejas, al pastor y al mismísimo mastín.

Me mandan la foto de un mural en nuestra tierra. Una bandera simboliza a León, la otra es una senyera. Con este lema: «Dreitu a decidire. Dret a decidir». Qué majadería asociar ambos ismos. Algunos paisanos nuestros reprochan a los separatistas catalanes los mismos prejuicios que ellos tienen respecto a los vallisoletanos. Quien esté libre de matracas que tire la primera piedra.

Los independentistas no han inventado el pelmismo, pero sí es indudable que lo están llevando a las más altas cimas de lo estomagante. Del tostón suyo de siempre, al que tan buenos réditos le venían sacando, han dado un paso más de intolerable irresponsabilidad. Me pregunto ¿Estamos haciéndoles sentir con suficiente claridad a Albiol, Iceta y Arrimadas, entre otros constitucionalistas, que estamos a su lado?