cartas al director
Mi voto para Soraya
L o sencillo es ampararte en la colectividad, en el anonimato, en el tirar la piedra y esconder la mano. Lo complicado es distinguirte con templanza, hacer prevalecer una sola razón frente a múltiples sinrazones, sin permitir doblegar tu ética. La diputada del PSOE por Valladolid Soraya Rodríguez, pulsó el botón abstención en la iniciativa de Ciudadanos que daba su apoyo al Gobierno en la estrategia para frenar el referéndum catalán. Y no fue ningún error, aunque su partido —que había impuesto votar no— así lo hubiera deseado como mal menor. La actitud personal de la exportavoz socialista curiosamente ha levantado ampollas. Y lo ha hecho por romper la disciplina de voto. Ésa que en nuestra España diversa las más de las veces es capaz de alienar voluntades políticas. Ningún otro socialista se ha visto en la obligación de tener que dar explicaciones. Pero Soraya se ha visto obligada a hacerlo. Ha tenido que mantener que simplemente ha leído entre líneas, que ha distinguido a Rajoy del PP, y al PP del Gobierno. Que ha visto con meridiana claridad que cuando la amenaza secesionista ha dejado de ser un simple sueño de unos cuantos, debía ponerse del lado de la unidad. Sólo su experiencia en estas lides le ha permitido que su voz no temblara, mientras su grupo abandonaba el hemiciclo con la cabeza alta y virada a la izquierda. Yo, como Soraya, también distingo. Mi voto para ella, no para este PSOE.
luis alberto rodríguez arroyo. santo tomás de las ollas