EDITORIAL: La incertidumbre es el peor enemigo para la economía

El sistema económico se basa en la confianza, y el desafío al Estado de Derecho y a la Constitución está generando unos efectos que se acrecientan cada día que pasa. La provincia de León no es ajena a todo este proceso que está desencadenando una fuga sin precedentes de empresas que sacan sus sedes de Cataluña. Y es que en este contexto de incertidumbre se pone en juego un volumen de negocio entre León y la comunidad catalana que se cifra en más de 280 millones de euros. Compañías de la agroalimentación, de la biofarmacia, de la química o de la logística trabajan a diario entre ambas autonomías y en esta crisis se genera una inseguridad jurídica sin precedentes en las últimas décadas en un estado europeo, porque incluso está en juego la permanencia en la propia UE de Cataluña si llegase a producirse una hipotética y hoy por hoy imposible independencia.

Sectores como el de las agencias de viajes también se han visto dañados durante esta semana porque las cancelaciones de vacaciones a la comunidad catalana, tanto del Imserso como de todo tipo de clientes, ha sido la pauta habitual.

Pero los expertos reclaman, ante todo, calma. La preocupación es entendible e incluso ha generado consecuencias, porque las entidades financieras han reaccionado cuando han sido los impositores los que han aplicado de algún modo una intervención al retirar sus depósitos, lo que ha tenido efectos directos que han llenado de dudas ese difícil entramado que lidera el llamado ‘proces’, con la burguesía tradicional catalana y la izquierda más radical que se ha adueñado de las calles.

La crisis debe zanjarse cuanto antes y los partidos deben buscar una solución duradera. Pero esto no está reñido con el estricto cumplimiento de la ley para evitar más daños.