España necesita una siesta

Mi mujer me advierte cada tarde: «No veas el informativo, que luego sueñas con Puigdemont y me das la noche». Es terrible ver al expresident en tus adentros, tal okupa onírico. “¿Pero las pesadillas no las puedes tener con Paquirrín, como todo el mundo?”, me reprocha a la mañana siguiente. A los españoles siempre nos ha salvado el humor, ese que Cervantes llevo a registros hasta entonces desconocidos. Uno de los políticos catalanes que mejor lo ha expresado en una intervención reciente es el diputado popular Alejandro Fernández, el pasado 27 de octubre ante el Parlament. «Señor Puigdemont ¿hay alguien en el planeta Tierra o en la Vía Láctea al que no considere un facha, salvo a usted mismo y a Nicolás Maduro?». La cara de don Carles era un poema, pues el independentismo es falsa solemnidad. Fernández pasó con gran brillantez de la retranca al análisis riguroso, para concluir proclamando su orgullo de ser catalán y español, de pertenecer a una cultura que ha dado al mundo un Siglo de Oro, a Cervantes, Lope, Picasso, Miró, Dalí, Pla... y de la que Cataluña es parte. Azorín le hubiese dedicado su crónica de ese día. Sí, España necesita ya una siesta reparadora, descansar de Puigdemont y sus menganos. Porque no es sólo la indignación la que nos quita el sueño, sino la tristeza. ¡Qué daño tan gratuito en lo humano y tan ruinoso en lo económico! Pobres buenos catalanes. ¿Podrá dormir el expresident después de la que ha liado? Lo ignoro, nunca le he visto en pijama. Pero barrunto que allá en Bélgica no se duerme hasta haber contado la oveja millón y media. Sin duda, es de los que mezcla churras con merinas.

Amnistía Internacional ha informado que los exconsellers y los Jordis no son «presos políticos». Otra patraña desmontada. Menos golpismo separatista y más golpes de humor cervantino. Ante la duda, pregunten a Fernández.

Este fin de semana, tomémonos un descanso de separatistas. Ayer, estaba a punto de caer y recibí este whatsapp de un amigo: «Universitarios piden que cuando se les corrijan los exámenes se valore que han perdido muchas clases por luchar a favor de la independencia. ¿Qué te parece?». Si le contesto me provoco insomnio crónico. Hasta para suspender se necesita clase.