Cerrar
León

Creado:

Actualizado:

Las infamias no son errores. Un error es comerse una consonante al escribir Schwarzenegger, se rectifica y ya está. Pero la infamia supone más: el afán de desacreditar, mediante la patraña. El independentismo catalán quiere destruir la buena imagen exterior de España, como parte de lo que ellos llaman la «internacionalización» el conflicto. Cuando Marta Rovira, candidata de ERC a la presidencia de la Generalitat, declaró saber de buena tinta que el Ejército llevaría a cabo una matanza en Barcelona, si seguían con el procés, era consciente de que no existía tal tinta ni tintero. Pero aun así lo difundió. El separatismo busca fomentar el pánico a un mal inexistente, lo mismo que quienes en el medievo propagaron el bulo de que los judíos asesinaban niños en rituales secretos, o quienes aseguraban en la primavera de 1936 que las monjas habían repartido «caramelos envenados» entre los pobres.... o que los masones... o que los homosexuales... casi tan viejo como la condición humana. ¿Qué le habría parecido a Rovira que un ministro del Gobierno central hubiese declarado tener noticias fidedignas acerca de que el Govern buscaba, con su disparatado proyecto de recuperar la mili obligatoria, contar con pelotones de fusilamiento? Hubiese sido una monstruosidad, tan grande como la difundida. En efecto, las infamias no son errores.

Por cierto, mentir, engorda. Como el expresident prófugo siga dándole al embuste y al chocolate belga van a tener que expatriárnoslo con grúa. Ha declarado que a él no le sorprendió enterarse de tal amenaza del Estado español, «pues ha demostrado ser capaz de cualquier brutalidad en su represión». Terminará con un embudo de sombrero y proclamando: «Cataluña soy yo». Lo suyo ya no lo arregla ni una campaña de los Jordis.

Javier Alfonso Cendón es ya el nuevo líder de los socialistas leoneses. Una incorporación que no sólo beneficiará a su partido. Martínez Majo, presidente del PP de León, tendrá en él a un rival pero nunca a un enemigo. Ninguno de los dos está a salvo del error, pongamos comerse una consonante al escribir Schwarzenegger, pero nunca les veremos caer en la infamia. Ambos son políticos de buena tinta, la mala es incompatible con la democracia.