Cerrar

EDITORIAL | Violencia machista y necesidad de poner a la mujer donde debe estar

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

En el día señalado en el calendario para poner fin a esta lacra social la frialdad de las estadísticas vuelve a llamar nuestra atención sobre un problema latente, pero que, sin embargo, lejos de encauzarse hacia la solución definitiva parece avanzar en la dirección del agravamiento. Sabemos hoy que en los seis primeros meses del año —son los datos disponibles— se presentaron en la provincia 537 denuncias por violencia de género (+16%), que ahora mismo están en vigor 541 órdenes de protección y que hay 48 encarcelados por esa causa en la mayor expresión de su gravedad, por ser reincidentes, por incumplir las órdenes de alejamiento o bien por negarse a seguir procesos de rehabilitación según el procedimiento establecido.

Pero hay argumentos y cifras para la conmoción y para una reflexión que debería remover las conciencias. Se publica también en este periódico que hay estadísticas internacionales que elevan a más de ochocientos mil los niños que han visto cómo sus padres maltrataban a sus madres, incluso a veces hasta causarles la muerte. Y tras esa estadística cabe la pregunta de qué futuro les espera a los ocho niños asesinados este año por sus padres para hacer el mayor daño posible a sus madres. Eso sabiendo que hay criaturas de dos años, como la reciente víctima mortal de Alcira, a la que su padre degolló después de que su madre confesase que era incapaz de aguantar más tanta tortura.

Y ante esa situación las mujeres asesinadas por violencia machista parece que son las únicas que aún hoy están obligadas a dar explicaciones. Viene esto a propósito de la violación en grupo de La Manada —en la mención les va la condición, sentencia aparte— que se juzga precisamente estos días en Pamplona. Uno, cualquier ciudadano, no sale de la perplejidad al ver que la víctima tiene que explicar cómo es que no se resistió a la agresión de cinco energúmenos y pensar que acaso el suicido le hubiera otorgado fatal credibilidad a su denuncia.

Sabemos también que en este país cada año más de sesenta hombres asesinan a más de sesenta mujeres y decenas de niños son también asesinados. Es una historia que no por reiterada parece suficientemente contada y sin embargo sabemos que en este país la violencia machista ha asesinado más que la violencia de ETA. Y, lamentablemente también, sabemos, por las innumerables estadísticas que afloran estos días en todos los medios de comunicación, que el 44% de los europeos piensan que las mujeres donde mejor están es en casa.

Con estos datos a la vista parece claro que algo se está haciendo mal o muy mal. Y parece lógico que nueve de cada diez consideren que es muy importante para la sociedad y para la dignidad general promover la igualdad de género, de salarios y de puestos de responsabilidad en los que la mujer sea puesta en el lugar que le corresponde haciendo por fin realidad ese compromiso todavía no mayoritariamente asumido de alcanzar una igualdad que no sólo es necesaria, sino también muy conveniente.