Los seis de Herrera

Hace 20 años la Unesco decidió incluir Las Médulas en su listado de lugares más emblemáticos del Planeta. La cosa no vino de la nada, ni fue cuestión de que a alguien en París se le encendiese la bombilla de repente. Detrás del asunto estaba una de las personas más perseverantes que han dado estas tierras. Luis del Olmo fue el artífice de aquel paso que probablemente sólo valoran quienes se han visto involucrados en iniciativas semejantes, como la que ha perseguido la catalogación como Patrimonio de la Humanidad para la Catedral de León.

A los que respondemos «Ponferrada» cuando nos preguntan el lugar de nacimiento aún nos siguen respondiendo eso de «la tierra de Luis del Olmo», incluso aunque lleve ya tiempo sin un micrófono para renovar su fama cada mañana y de que la marca Bierzo haya devorado mucho terreno frente al nombre de su capital.

A Luis del Olmo, que ayer mismo protagonizaba en La 2 de TVE el primer capítulo de ‘Imprescindibles’ también se le debe la fase de Las Edades del Hombre de la que se beneficiaron también, hace justo una década, Ponferrada, el Bierzo e incluso toda la provincia.

Serían incontables los viajes que el veterano locutor ha realizado a la tierra de sus raíces para respaldar todo tipo de iniciativas. Y viene esto a cuenta del gran contraste que se detecta si se compara con la actual oleada de visitas del presidente autonómico al Bierzo después de tantas ausencias. Con 16 años al frente de la Junta a Herrera le quedan apenas seis meses en el Palacio de la Asunción de Valladolid si se cumple el calendario lógico en política. Ese que incluye el afianzar al sucesor 365 días antes de que su nombre vaya en las papeletas electorales. Y por lo tanto, todo apunta a que el presidente que más tiempo ha dirigido la Junta a lo largo de la historia abandonará el puesto sin haber pasado un 8 de septiembre (Encina/Día del Bierzo) en Ponferrada.

Con tantas idas y venidas como protagoniza ahora Herrera, invita a acordarse del mal estudiante que apura las cosas en la madrugada anterior al examen. Esa prueba que inevitablemente llegará, para poner nota a su larga estancia en el poder.

Los tiempos que vienen serán distintos. Sin duda. Y de lo que ocurra en este último arreón dependerán los ‘balances’ y los ‘recuerdos’. El sálvese quién pueda ya lo entonan muchos.