fuego amigo
La semilla de la utopía
E l ideal anarquista resume la utopía de la revolución y contiene un conflicto irresoluble entre el imaginario y su plasmación. Pero aquel sueño existió. A ese tiempo de esplendor libertario contribuyeron de forma destacada tres leoneses: Pestaña, Durruti y Abad de Santillán. Ángel Pestaña Núñez era berciano del barrio ponferradino de Santo Tomás de las Ollas y el lunes 11 se cumplen ochenta años de su muerte en Barcelona. Fue uno de los protagonistas principales del incierto derrotero del anarquismo español, cuyo recorrido de preguerra vivió con especial dramatismo. Su libro autobiográfico, Lo que aprendí en la vida, resume una trayectoria marcada por la intensidad y baqueteada por la peripecia de un compromiso sin paliativos.
Hombre de origen muy humilde, vive una infancia indigente, salpicada por el abandono de la madre y las peregrinaciones con su padre. Director del periódico Solidaridad Obrera de Barcelona, ya en 1917, tres años más tarde asiste en Moscú al congreso de la III Internacional y a su regreso, después de unos meses de cárcel, consigue con su informe que la CNT revoque la inicial adhesión a la internacional leninista. Como secretario general del sindicato anarquista, que llega a contar con una afiliación superior a los dos millones de trabajadores, Pestaña va situándose progresivamente en la línea más moderada y menos dinamitera. En 1932, es depuesto del cargo y expulsado de la organización, por haber firmado el reformista Manifiesto de los treinta. Ya fuera de la confederación, participa en la fundación de la Federación Sindicalista Ibérica, que abandona un año más tarde para crear, en enero de 1934, el Partido Sindicalista, que aporta al movimiento anarquista la novedad de aceptar el juego político y electoral en el marco republicano.
En su militancia figuran escritores como Crémer, el Planeta Ángel María de Lera y el bohemio Pedro Luis Gálvez, además del exiliado Alfonso Vidal y Planas (1891-1965), hijo de leonés y catalana, que dirigió el periódico del partido durante la guerra. Antiguo seminarista y bohemio radical, estuvo en prisión por matar de un tiro a su compañero de fatigas Luis Antón del Olmet (1883-1923), hermano del marqués de Dos Fuentes. Anduvieron por medio los celos. Ya en la trena, se casó con Elena Manzanares, mujer de mancebía causante del arrebato, y ordenó sus ímpetus hacia la lucha sindical. En Méjico se hizo catedrático de Lógica. En 1936, el Partido Sindicalista se integra en el Frente Popular y Pestaña resulta elegido diputado por Cádiz. Cuando muere, se encuentra otra vez en el seno de la CNT, desengañado de la aventura partidista por el trasvase hacia la Falange de algunos de sus escasos seguidores, marginado, solo y rodeado de suspicacias.