El teatrillo presupuestario
L as Cortes de Castilla y León despiden hoy su actividad plenaria hasta febrero aprobando el Presupuesto que regirá en esta Comunidad autónoma durante 2018. Pese a no disponer de mayoría absoluta, las cuentas del actual gobierno de Juan Vicente Herrera obtienen la preceptiva luz verde parlamentaria una vez más gracias a Ciudadanos, que por tercer año consecutivo saca del apuro presupuestario al PP de Castilla y León. En esto el cambio en la cúpula autonómica del partido que gobierna no ha afectado a la alianza que ambas fuerzas políticas mantienen aquí desde el comienzo de la presente legislatura.
Aunque a la sesión plenaria, que daba comienzo en la tarde de ayer, han llegado vivas alrededor de 2.800 enmiendas parciales mantenidas por la oposición, tan solo un puñado de ellas de Ciudadanos y unas cuantas más de la UPL pasarán el fielato parlamentario. Las de los procuradores naranjas podían haber sido aceptadas en comisión o ponencia, pero el pacto con el PP incluye que sean aprobadas en pleno, a fin de que se visualicen las supuestas concesiones arrancadas por Ciudadanos a cambio de franquear el Presupuesto presentado por la Junta. El teatrillo incluye la aceptación de varias enmiendas leonesistas como deferencia hacia la buena disposición de la UPL, que es la opción B con la que año tras año se guarda las espaldas el PP por si a los de Albert Rivera les diera por desmandarse —nunca ha sido el caso— y se negarán a pasar por el aro presupuestario.
Salvo alguna milagrosa excepción de última hora, las enmiendas del resto de los grupos (PSOE, Podemos e IU), más de 2.500, habrán sucumbido sin remedio al rodillo parlamentario del PP, que merced a Ciudadanos ha seguido actuando de facto como en los mejores/peores tiempos de su dilatada mayoría absoluta. Ahí sigue paralizada, verbigracia, por su imposición unilateral, la comisión parlamentaria que debería estar investigando los numerosos pufos (trama eólica, Perla Negra, terrenos de Portillo, contratos de las ‘embajadas’ de la Junta, etc.) concurrentes en la anterior consejería de Economía.
Resulta ciertamente lamentable que Ciudadanos, tan paladín a la taza de la regeneración democrática, no haya utilizado su privilegiada posición de influencia para evitar atropellos como el bloqueo de esa comisión, ninguneos como el caso omiso del presidente y los consejeros a la inmensa mayoría de las comparecencias parlamentarias solicitadas por la oposición, o agujeros negros en materia de transparencia recriminados incluso por el Procurador del Común. Pero a estas alturas de la impostura política tampoco es que vayamos a sorprendernos…