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TRIBUNA

Nunca hay culpables cuando ocurre algo malo

Publicado por
josé maría prieto serra ESCRITOR Y EXPERTO en márketing y comunICACIÓN
León

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Q ue vergüenza, de verdad, qué vergüenza. Más de mil y de dos mil personas atrapadas a 70 kilómetros de Madrid a consecuencia de una ¿inesperada? nevada. Y así estuvieron más de 16 horas. En el monte no, en una autopista de peaje.

¿Pero es posible que ante situaciones como ésta y en un país que se hartan de decirnos que es moderno, no se sepa gestionar la situación? Pues es posible, querido amigo. No hay derecho. Sencilla pero contundentemente, no hay derecho.

Como es lógico, nadie es culpable. El ministro de Interior, en mangas de camisa, (anda que no ha visto películas éste de los americanos) y reunido con el director de la DGT. y otros adláteres. (Esas reuniones, antes, ministro, cuando la foto no tiene importancia. A toro pasado, no). Y el ministro de Fomento, desaparecido en combate. Y ya van dos.

¿Quiénes son los culpables? Naturalmente los conductores. U otro cualquiera, qué mas da. Pero ellos, no. Eso nunca. Ellos son los que mejor hacen las cosas y nunca se equivocan. Qué vergüenza, de verdad, qué vergüenza. Pues a pesar de todo, tranquilo que no aprenderemos. El próximo invierno y, prácticamente en el mismo lugar, ocurrirá lo mismo, volverá a nevar y ocurrirá lo mismo, habrá superatasco y ocurrirá lo mismo, falta de atención a los conductores, reuniones de coña entre los responsables políticos, pero de reconocer la culpabilidad, de eso nada monada.

¿Y todo esto, hasta cuando hay que aguantarlo? Hemos visto una de las mayores nevadas de los últimos años en EE UU especialmente en New York. Se ha puesto el protocolo en marcha y, ha habido dificultades, como no, pero ahí está la toma de decisiones sin reuniones en mangas de camisa, ni nada parecido. Allí se actúa. Aquí, se buscan y no se encuentran culpables.

Desgraciadamente nos falta mucho por aprender. Es como si gran parte de nuestras cosas importantes, estuvieran prendidas con alfileres. Esa es la sensación, ¿Se produce un accidente aéreo? Lío de ambulancias que no saben por donde ir para llegar a prestar los auxilios. ¿Un incendio, provocado o no? Muchos y mal organizados bomberos. ¿Una manifestación no permitida? Resultan más heridos entre las fuerzas de seguridad que entre los manifestantes. Todo es igual. Cuando ocurre alguna desgracia, rápidamente ruedas de prensa, repito, para no aceptar la culpa y esperar unos días a que todo pase. Pero ¿quién protege a esas, más de dos mil personas con niños y gente mayor de verdad y ayudar, de verdad a una situación de caos como la vivida con la famosa nevada?

Ahora que tan de moda están los debates, vaya tela también, que parece que arreglan el mundo y resulta que no se mueven del sitio, ahora es cuando un tema tan importante como el acaecido con la maldita nevada, debería protagonizar un debate serio en el que se llegue a conclusiones serias. Lo necesita la sociedad. Aquí no nos acordamos de santa Bárbara nada más que cuando truena. Y así no hay manera de arreglar las cosas.

Quiero levantar mi bandera para apoyar a esa gente que con un espíritu de sufrimiento ejemplar han aguantado, se dice pronto, una noche toledana rodeados de nieve y unas temperaturas dignas de Alaska.

Cuando incurrimos en una falta en la carretera, con nuestros coches, los de Tráfico, con la rapidez del rayo, nos envían la multa sin derecho a protestar. Ahora, ellos, han incurrido en una falta muy grave. ¿Les podremos multar nosotros y que respondan de lo que han hecho muy mal?

Por ahí debería actuar la Justicia. Lo demás son bla, bla, bla y fotos de reuniones en mangas de camisa que ya no engañan a nadie.

El tema es mucho más importante de lo que parece. Pero, o se toman medidas o seguiremos igual, seguiremos igual, seguiremos igual…

Dicen que somos un país moderno...