EDITORIAL | Una oferta educativa que se adapte al futuro
Que el nuevo conservatorio de León esté diseñado para poder convertirse en un centro integrado, en el que los alumnos puedan compatibilizar sus estudios de música con los de Secundaria, es una opción que dará un plus de categoría a las enseñanzas musicales impartidas en la ciudad. Por eso, después de tantos meses de incertidumbre, la pretensión de la Consejería de Educación es una iniciativa digna de apoyo y merece el respaldo de la sociedad leonesa, tanto como la sociedad leonesa merece un proyecto educativo ejecutado con solvencia. En este caso, se trata de dar cobertura a una reivindicación histórica de la comunidad educativa y de favorecer el desarrollo del talento musical de los estudiantes leoneses. De todos es conocido el esfuerzo que supone para los alumnos brillantes compaginar las enseñanzas obligatorias con la música y la iniciativa va encaminada a evitar el abandono de las carreras musicales por no poder asumir ambos estudios.
Junto a esto, la consejería ha incidido en la relevancia de que, al contrario que las actuales instalaciones, el futuro conservatorio será un edificio sostenible y racional sin apenas gasto energético y que estará plenamente adaptado a la normativa europea. No podía ser de otra manera para una inversión que viene a cubrir una de las grandes carencias educativas de la capital y que genera expectativas lógicas. De momento, aún falta por conocer cuál será el proyecto constructivo que se elegirá para dar forma al inmueble y del que es de esperar que optimice los recursos disponibles.