Sin delicias gastronómicas

Presencia del señor presidente del Gobierno en León mientras escribo estas líneas. Dicen los que saben de estos asuntos metafísicos que llega a la capital deprimida como acto de contrición, propósito de la enmienda y ánimo de corregir un error. Como la buena voluntad se supone en principio a todo ciudadano, acéptese, que nunca es bueno estirar la cuerda hasta que se rompa. Anticipa nuestro regidor que el Sr. presidente comprobará de primera mano la realidad gastronómica de León. Aunque ya la conoce por su larga permanencia entre nosotros, enmarcar el ágape en lo de la recientemente estrenada Capital Española de la Gastronomía añade un plus, publicitario también, qué duda cabe, y que deseamos haya sido festivo y agradable como sentencian los cánones de nuestra tradicional hospitalidad. La cortesía, además de un don, es muestra de obligado cumplimiento.

Siento que tenga otra petición en la espoleta, aunque no me guste aguar fiestas y sobremesas. Bien es cierto que la noticia sobre Urdangarín, el yerno al parecer poco ejemplar del rey emérito, me ha revuelto el café matutino. ¿Que por qué? Cuentan que el erario público le pasa una cantidad de nada, para sus gastos de calderilla suizos: 3 000 euritos mensuales. ¿Hemos entrado definitivamente en la dinámica de la locura? ¿Por qué el silencio se convierte en norma? Bueno, dejo el asunto, que andaba con la gastronomía.

Cuentan unos y otros que el desembarco leonés en Fitur fue todo un éxito. Y útil. Ojalá perdure y sirva de revulsivo complementario. No saben cuánto me alegra. No tanto, por supuesto, las inexactitudes y omisiones que sobre nuestra indudable riqueza gastronómica surgen desde las instituciones autonómicas y nacionales. Repasen, por ejemplo, el folleto presentado para la ocasión por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. ¿Se dan cuenta de que los vinos ‘Tierras de León’ son de Valladolid? ¿Dónde están los del Bierzo? ¿O las IGP (Indicación Geográfica Protegida) Queso de Valdeón, Manzana Reineta, Mantecadas de Astorga, Botillo, Pimientos Asados del Bierzo, Cecina de León…?

El escaparate del papel supraprovincial no muestra parte muy importante de nuestras delicias gastronómicas. No creo en la mala fe, sí en la dejadez o las contrataciones sin exigencia. Alguien tendrá que explicarlo, digo yo. Los esfuerzos que se hacen para la promoción, las ilusiones puestas en esta capitalidad han de luchar, una vez más, contra los gigantescos molinos de viento.