¡Cómo se atreven!
H ay tantos árboles que es difícil ver el bosque. Así que mientras en nuestro país continuamos enfangados a cuenta de esa pandilla de aventureros irresponsables que son la mayor parte de los líderes independentistas catalanes con Puigdemont al frente, el mundo continua girando y de paso desvelando asuntos que ponen los pelos de punta.
Que tres empresas automovilísticas alemanas, Volswagen, BMV y la Daimler hayan estado experimentado los efectos de los gases en monos y seres humanos no es que sea un escándalo es que es una ignominia.
¿Cómo es posible que en el país que envió a las cámaras de gas a millones de ciudadanos se atrevan tres de sus principales empresas a «experimentar» precisamente los efectos de determinados gases en los seres humanos?. ¿Cómo se han atrevido?. Para más sarcasmo la noticia se ha conocido cuando se está celebrando en todo el mundo jornadas de recuerdo del Holocausto.
Es de tal magnitud lo que estas empresas han llevado a cabo que no basta con que despidan a tres o cuatro ejecutivos sino que son las cúpulas, los máximos responsables de estas tres empresas los que además de pedir perdón, deberían dimitir de inmediato y a los que se les debería de caer la cara de vergüenza. Porque no es posible que esos experimentos se hayan llevado a cabo sin que los máximos responsables de las empresas no supieran lo que se estaba haciendo.
Tibia me parece la reacción de la Unión Europea e hipócrita la de la mayoría de los gobiernos europeos que prefieren mirar hacia otro lado para no causar ninguna molestia a la gran Alemania y sobre todo a estos gigantes empresariales. Tampoco he escuchado a nuestros políticos de la oposición dedicar un segundo a este escándalo. Como si no fuera con ellos.
La utilización de animales para experimentos tiene muchos detractores. Pero en este caso en mi opinión es una salvajada sin paliativos haber experimentado el efecto de los gases sobre monos. Y ya supone rizar el rizo hacerlo también con humanos.
¿Sabían estas personas que estaban siendo sometidos a un experimento? ¿Les avisaron de las consecuencias? ¿A que tipo de personas seleccionaron? Me cuesta creer que alguien se presente voluntario para someterse a un experimento con gases, pero si fuera así solo se me ocurre que esa persona debe de estar muy desesperada para hacerlo.
En fin, el que se haya experimentado con gases en monos y seres humanos nos debería a todos producir un estremecimiento y llevarnos a exigir a nuestros gobernantes la exigencia de responsabilidades a los responsables y sobre todo tomar nota para saber con quién nos estamos jugando los cuartos y a quién favorecemos engordando sus cuentas de resultados. ¡Qué inmenso asco!